Efectivamente, verlo para creerlo. Los 88 de Mammoth 2011 se han suspendido por que la Consejería de Medioambiente de la Comunidad de Madrid ha prohibido la prueba debido al "alto riesgo de incendio que existe en la zona".
La verdad es que pasado ya el calentón inicial -ayer cuando me llamaba Tony para decírmelo pensaba que era una broma-, sigo igual de triste. Una vez más, nos dan una patada en el culo a los ciclistas y ahí nos dejan, a dos días de una de las pruebas que más interés despierta en el calendario de Marchas de la Comunidad de Madrid.
Los que han tomado la decisión pensarán -sin tener ni puta idea de lo que hablan ni de lo que hacen- que los ciclistas, al igual que los cazadores, vamos con un cigarro o un puro en la boca mientras damos pedales. La diferencia es que mientras el sector de la caza está bien avalado desde las altas esferas e instituciones públicas y privadas (por el perfil del practicante), los ciclistas (esos locos que dan pedales por el monte) son unos indigentes que no aportan económica ni socialmente nada.
¿Riesgo de incendio el 25 de septiembre? Hombre, es verdad que algunos ciclistas dan pedales tan rápido que echan chispas, pero la zona está llena de cartuchos de escopetas que potencialmente son un riesgo mucho más elevado de provocar un incendio forestal. El fin de semana pasado, mientras Tony y yo hacíamos el recorrido de la prueba no dejamos de ver menos de 20 cartuchos vacíos y todavía sin el óxido que les da el paso del tiempo.
La verdad es que es una pena la suspensión de la carrera, todo el trabajo de varios meses del Club Mammoth tirado a la basura, la ilusión de mucha gente al traste... pero lo peor de todo es la sensación que se me queda: estamos en manos de caprichosos ignorantes que según a quíén y de qué manera van dando o denegando autorizaciones para según que eventos.
Una patada en el culo en toda regla a la btt.
Desde este modesto rincón solo me queda dar las gracias, en este caso al Club Mammoth, pero en general a todos los clubes y agrupaciones que organizan marchas y carreras de BTT, y animarles a que no cedan en el empeño de sacar adelante sus propuestas año tras año.
¡¡¡Con vuestro trabajo nos alegráis la vida!!!
τὸ νικᾶν αὐτὸν αὑτὸν πασῶν νικῶν πρώτη τε καὶ ἀρίστη
"La victoria de uno sobre sí mismo es la primera y la mejor de todas las victorias"
"La victoria de uno sobre sí mismo es la primera y la mejor de todas las victorias"
viernes, 23 de septiembre de 2011
domingo, 18 de septiembre de 2011
Ratoneando en San Martín de Valdeiglesias
Se hace duro perder de vista aquellos días libres en los que disfruté de la playa y la montaña, alejado del mundanal ruido y las obligaciones laborales. Todos los años me pasa lo mismo, y este no iba a ser una excepción. Me cuesta un mundo volver a la rutina. A ese día a día que implica coche, atascos, gente malhumorada, edificios por todas partes que sesgan la mirada al horizonte. Y es que una de las situaciones que más valoro es la ausencia de ladrillo, hormigón y cemento... Todo aquello que posibilita llegar con la mirada hasta el infinito.
Mientras termino de aclimatarme a mi rutina habitual, afortunadamente, siempre salen planes que ayudan a superar la depresión post vacacional. Y uno de ellos ya está en marcha con la participación en los 88 de Mammoth por parejas que se celebrará el próximo domingo 25 de septiembre en San Martín de Valdeiglesias.
La propuesta que me hizo Tony hace algunas semanas para ser su pareja en esta carrera no me hizo dudar ni un segundo en dar el "si quiero". Llegado este momento solo quedaba ir a rutear por el escenario del evento para que no nos pillara demasiado descolocados el recorrido totalmente inédito que este año estrenarán los 88 de Mammoth. San Martín de Valdeiglesias, Pelayos de la Presa y toda la sierra baja que rodea a estas localidades del suroeste de la Comunidad de Madrid será su zona de influencia.
Tras descargar el track definitivo del recorrido, Tony y un servidor fuimos a investigar lo que ha preparado la organización para el próximo domingo. Son 87 kms y 1900 metros de desnivel, según mi Polar, que tienen de todo menos zonas para rodar rápido. Es un circuíto duro, muy revirado y ratonero con contínuos cambios de orientación, muchas subidas cortas e intensas y cuatro o cinco trialeras, dos de ellas más técnicas, en las que habrá que tener cuidado por lo extra seco que está el terreno.
Desde luego la zona se ha exprimido al máximo, y dada la cantidad de senderos y caminos estrechos, así como la cantidad de bifurcaciones y cruces por los que se va a pasar, será muy importante la señalización. La poca pista que hay tiene muchas zonas arenosas que te atrapan y no te dejan rodar rápido, así que va a ser una prueba donde va a costar un riñón terminar por debajo de las 5 horas (salvando a los extraterrestes de costumbre).
Ayer, con un Tony que se encuentra en un momento de forma muy bueno -no me extraña después de todas las pruebas que ha hecho este verano (Pedals de Foc Non Stop, Tourbon Tour y otras tantas pirenaicas, así como frecuentes visitas a la zona de Pasapán... y demás rincones de la Sierra de Guadarrama)-, y mis continuas ganas de rodar por sitios nuevos, tardamos en completar el recorrido 5h50 (5h26 de pedaleo). Bien es cierto que hubo varios retrasos por la desubicación del GPS en algunas encrucijadas donde el camino a seguir apenas se veía y por una inoportuna rotura del cable de cambio de la bici de Tony a 8 kms del final. También tuvimos que buscar un alma caritativa en la zona del pantano de San Juán que nos abriera su casa y nos llenara los bidones de agua, ya que a 30 kms del final nos quedamos sin una gota de líquido. La encontramos.
La conclusión final es que este recorrido te obliga a conquistar cada kms con sangre, sudor y lágrimas y es que como niños chicos en los coches de los papás ante los eternos viajes a la playa, Tony y yo nos íbamos preguntando ya en la parte final y cada 5 minutos: -"Cuánto nos falta?", -"17 kms", -"Cuánto falta ahora?", -"15,5 kms"... -"Y ahora?", -"Calla niño y mira por la ventana un rato!"...
Ahora toca desear suerte a todos los participantes (creo que habrá unas 200-250 parejas), y recomendarles que se tomen con moderación los primeros kms porque, sobre todo, una vez completado el primer bucle, la historia se hace muy larga. Así que cuidado, valor y al toro!!!
Fotos de la ruta de ayer:
domingo, 4 de septiembre de 2011
Desafío MadridXtrema 2011
Las vacaciones han terminado y la vuelta a la rutina ya es un hecho incontestable. Da vértigo pensar en lo que queda para las próximas, así que hay que conformarse con esos pequeños momentos que vamos teniendo por el camino. Uno de ellos se presentaba este pasado domingo con el I Desafío MadridXtrema que se celebró en Colmenar de Oreja. La prueba, marcada en mi calendario desde hace tiempo era, además, una oportunidad para competir en una carrera que iba a ser la última del Open de España de Maratón y, a la vez, el Campeonato de Madrid XCM. La única pena fue la baja de última hora de Jose Feria, que tuvo que renunciar al duelo por una maldita tendinitis en una de sus rodillas...
Para llegar a una hora decente a este pueblo del sur de Madrid que se encuentra a escasos kms de Chinchón, tuve que madrugar de verdad. Pasado ese amargo trago, sobre las 8:00am ya estaba recogiendo el dorsal, y poco más tarde, cerca de la parrilla de salida, charlando con Roberto Heras sobre nuestra inolvidable aventura en la Salzkammergut Trophy. En la caótica formación de los cajones de salida que organizó la Federación Madrileña para los 400 inscritos entre Competición y Maratón Popular, me fui encontrando con algunas caras conocidas (Felipe Sanchidrián de Karacol Sport, José Ramón Millán del CC Escurialense, Isabel Pérez de Mammoth...) que ayudaron a pasar la espera hasta la salida de una forma más amena.
El pistoletazo definitivo se dio a las 9:15, momento en el cual se inició la salida del pueblo. Sin tregua. Como una manada de bisontes, los Mancebo, Heras, Trujillo, De la Peña, Cía, Carrión y compañía tiraron del pelotón a 50 kms/h. Cuando salimos del asfalto para meternos en la pista ya iba fundido. Vaya apretón nada más comenzar.
Durante los primeros 10 kms íbamos en un grupo más o menos compacto donde las estrecheces de los senderos y caminos hacían muy difícil ganar posiciones. Además, no nos vamos a engañar, a la velocidad que íbamos circulando, bastante hacía con no descolgarme. Si en una marcha común nadie te regala un metro, en una prueba del Open de España la pelea por cada puesto supone dentelladas.
Las noticias que tenía sobre el recorrido eran de bastante dureza: terreno rompepiernas, muchas subidas cortas de intensidad, senderos por doquier y algunas bajadas con bastante porcentaje... Para llegar a acumular 2000 metros de desnivel en 87 kms a base de subidas cortas y repechos ya tiene que haber unas cuantas. Al no conocer el terreno salí con esa incertidumbre que a veces te frena pero que a veces también te empuja ante la ignorancia de lo desconocido.
Los primeros 20 kms se pasaron muy rápido y siempre con gente por delante y por detrás. En mi grupo estaba uno de los dorsales amarillos de la cicloturista que a la postre terminó 1º de la Maratón Popular y que a mí me resultó imposible dejar atrás. Y lo intenté.
Con el paso de los kilómetros comprobé cómo se las gastaba el terreno. Sin descanso. Algunas bajadas te ponían los pelos de punta por la perspectiva que tenías del suelo y muchos preferían no jugársela y descender ciertas cosas andando. Todo es respetable. Pero sigo sin entender a esos otros que van quejándose y vociferando cuando alguien forma un tapón ante una zona peligrosa. Éstos deberían saber que entre los 10 o 20 primeros no existen estos "problemas". Ya saben que les toca entrenar más!
En una de las bajadas donde encaras la pendiente sin pensar en nada, del terceto que yo cerraba en aquel momento, se cayó el primero. Y el segundo se enganchó con el primero. Y yo me enganché con el segundo (un Cannondale). Y todos al suelo. Y de buen rollo nos levantamos, yo puse en orden mi manillar y con un "¿estáis bien?", continuamos. No quiero pensar si llegan a tirar a algún cascarrabias de pro...
La llegada al primer avituallamiento fue visto y no visto. Los de mi grupo no pararon, pero yo tuve que rellenar el bidón. Casi en marcha. Aproveché un par de kms de pista para dar un acelerón y coger a los tres o cuatro compañeros con los que seguí compartiendo algunos kms más.
En el km 47 pasamos por Colmenar de Oreja bajo el arco de salida cerrando el primer bucle del recorrido. Cuando crucé por la plaza el crono marcaba 2h25 desde la salida. Ya nos habíamos despachado unos 1.100 metros de acumulado. Pero por lo que podía escuchar, ahora comenzaba lo "bueno".
El bagaje personal hasta ese punto no era para tirar cohetes pero tampoco voy a llorar. Sin la chispa de meses atrás, si podía ir manteniendo una velocidad de crucero aceptable, lo cual, además, me permitía ir ganando algunas posiciones sobre aquellos que comenzaban a desfondarse. Pocos, la verdad. Intentaba aprovechar las zonas de pista para ir rápido y las subidas más largas para ganar metros con los de delante porque en las zonas de senderos revirados y bajadas técnicas lo pasaba regular y perdía tiempo.
En el segundo avituallamiento, situado sobre el km 50, lo mismo... algunos no paran, y otros rellenan el bidón en marcha. Una locura. El recorrido sigue haciendo de las suyas, los senderos tienen una presencia contínua y las pistas brillan por su ausencia. Malo para mí. El piso, a veces, te entrampaba con arena camuflada entre colores blanquecinos o agujeros tapados por la maleza. Los cambios de ritmo eran contínuos y las bajadas de las de "hala, me tiro con dos coj.nes y que no pase nada" te ponían la adrenalina a flor de piel... Pura diversión si sales ileso, claro.
Alrededor del km 60 llegan las zonas más duras de todo el recorrido, costarrones del 20% con tierra suelta que hacía patinar la rueda trasera, aunque con esfuerzo se sacaban adelante. Lo bueno es que ninguna subida era excesivamente larga. El paso por las zonas de pinares provocaba algo de frescura en nuestras retinas, ya acostumbradas a un secarral constante de tierra gris y matojos amarillentos.
Sobre el km 70, ya con el cuerpo castigado y las cervicales quejándose de la tralla, los senderos vuelven a tomar protagonismo mientras nos deslizan hacia un cañón que había que superar con una leve subida. Aquí presencié otro episodio de intransigencia por parte de un biker que venía por detrás y que comenzó a echar chispas y fuego cuando el que me precedía tuvo que pararse ante una salida de cadena. Allí les dejé llamándose de todo. Incomprensible.
Poco después llegamos al tercer puesto de control. Me avisaron de que solo llevaba una marca en el dorsal y que debía llevar ya dos. "Las que me han puesto", les dije. El caso es que me fui de allí con la mosca detrás de la oreja. Mira que si los de la federación me descalifican después de toda la mañana machacando los pedales. Al ir pensando en esto me descentré y me pasé en un cruce el camino correcto. Me chupé una subida de unos 300 metros y allí, sin saber muy bien porqué, me paré mosqueado al no ver al que llevaba delante. "Ufff, si va por aquella otra loma".
El despiste me pudo costar 5 o 6 minutos y la pérdida de algunas posiciones, aunque en ese momento ya era lo de menos. La carrera estaba terminando y más o menos había aguantado un ritmo bastante constante durante todo el recorrido. Reto superado con buena nota a pesar de tener el globo casi deshinchado...
En la última subida antes de entrar en la plaza de Colmenar intenté atrapar al que llevaba por delante a unos 200 metros y con el que me había estado "peleando" toda la mañana, pero ni los ánimos de la policía municipal que estaba por allí consiguieron que lo lograra. El griterío de la gente que te aplaude al pasar, como siempre, de lo mejor que se puede sentir cuando estás ahí dándolo todo.
Terminé la prueba con 4h52' en la posición 80º de la general y 14º de los Master 40. Aunque las sensaciones no fueron la mejores, meterse en una carrera con tanto nivel, a pesar de estar finalizando el verano, sin duda ha sido una buena experiencia. Espero repetir el año que viene.
Sobre la carrera y el circuíto creo que en Madrid estamos de enhorabuena si esta prueba se consolida en el calendario. Se trata de una zona nueva, diferente a las que solemos ciclar por la sierra de Guadarrama, con una dureza extraordinaria y de puro MTB. ¡¡¡Bienvenida seas MadridXtrema!!!
Clasificación General Open España y Campeonato Madrid XCM
Clasificación Master 40
Fotos de Fernando Lozano Benito
Para llegar a una hora decente a este pueblo del sur de Madrid que se encuentra a escasos kms de Chinchón, tuve que madrugar de verdad. Pasado ese amargo trago, sobre las 8:00am ya estaba recogiendo el dorsal, y poco más tarde, cerca de la parrilla de salida, charlando con Roberto Heras sobre nuestra inolvidable aventura en la Salzkammergut Trophy. En la caótica formación de los cajones de salida que organizó la Federación Madrileña para los 400 inscritos entre Competición y Maratón Popular, me fui encontrando con algunas caras conocidas (Felipe Sanchidrián de Karacol Sport, José Ramón Millán del CC Escurialense, Isabel Pérez de Mammoth...) que ayudaron a pasar la espera hasta la salida de una forma más amena.
El pistoletazo definitivo se dio a las 9:15, momento en el cual se inició la salida del pueblo. Sin tregua. Como una manada de bisontes, los Mancebo, Heras, Trujillo, De la Peña, Cía, Carrión y compañía tiraron del pelotón a 50 kms/h. Cuando salimos del asfalto para meternos en la pista ya iba fundido. Vaya apretón nada más comenzar.
Durante los primeros 10 kms íbamos en un grupo más o menos compacto donde las estrecheces de los senderos y caminos hacían muy difícil ganar posiciones. Además, no nos vamos a engañar, a la velocidad que íbamos circulando, bastante hacía con no descolgarme. Si en una marcha común nadie te regala un metro, en una prueba del Open de España la pelea por cada puesto supone dentelladas.
Las noticias que tenía sobre el recorrido eran de bastante dureza: terreno rompepiernas, muchas subidas cortas de intensidad, senderos por doquier y algunas bajadas con bastante porcentaje... Para llegar a acumular 2000 metros de desnivel en 87 kms a base de subidas cortas y repechos ya tiene que haber unas cuantas. Al no conocer el terreno salí con esa incertidumbre que a veces te frena pero que a veces también te empuja ante la ignorancia de lo desconocido.
Paco Mancebo
Los primeros 20 kms se pasaron muy rápido y siempre con gente por delante y por detrás. En mi grupo estaba uno de los dorsales amarillos de la cicloturista que a la postre terminó 1º de la Maratón Popular y que a mí me resultó imposible dejar atrás. Y lo intenté.
Con el paso de los kilómetros comprobé cómo se las gastaba el terreno. Sin descanso. Algunas bajadas te ponían los pelos de punta por la perspectiva que tenías del suelo y muchos preferían no jugársela y descender ciertas cosas andando. Todo es respetable. Pero sigo sin entender a esos otros que van quejándose y vociferando cuando alguien forma un tapón ante una zona peligrosa. Éstos deberían saber que entre los 10 o 20 primeros no existen estos "problemas". Ya saben que les toca entrenar más!
En una de las bajadas donde encaras la pendiente sin pensar en nada, del terceto que yo cerraba en aquel momento, se cayó el primero. Y el segundo se enganchó con el primero. Y yo me enganché con el segundo (un Cannondale). Y todos al suelo. Y de buen rollo nos levantamos, yo puse en orden mi manillar y con un "¿estáis bien?", continuamos. No quiero pensar si llegan a tirar a algún cascarrabias de pro...
La llegada al primer avituallamiento fue visto y no visto. Los de mi grupo no pararon, pero yo tuve que rellenar el bidón. Casi en marcha. Aproveché un par de kms de pista para dar un acelerón y coger a los tres o cuatro compañeros con los que seguí compartiendo algunos kms más.
Persiguiendo al 1º de la Cicloturista
El bagaje personal hasta ese punto no era para tirar cohetes pero tampoco voy a llorar. Sin la chispa de meses atrás, si podía ir manteniendo una velocidad de crucero aceptable, lo cual, además, me permitía ir ganando algunas posiciones sobre aquellos que comenzaban a desfondarse. Pocos, la verdad. Intentaba aprovechar las zonas de pista para ir rápido y las subidas más largas para ganar metros con los de delante porque en las zonas de senderos revirados y bajadas técnicas lo pasaba regular y perdía tiempo.
En el segundo avituallamiento, situado sobre el km 50, lo mismo... algunos no paran, y otros rellenan el bidón en marcha. Una locura. El recorrido sigue haciendo de las suyas, los senderos tienen una presencia contínua y las pistas brillan por su ausencia. Malo para mí. El piso, a veces, te entrampaba con arena camuflada entre colores blanquecinos o agujeros tapados por la maleza. Los cambios de ritmo eran contínuos y las bajadas de las de "hala, me tiro con dos coj.nes y que no pase nada" te ponían la adrenalina a flor de piel... Pura diversión si sales ileso, claro.
Roberto Heras
Sobre el km 70, ya con el cuerpo castigado y las cervicales quejándose de la tralla, los senderos vuelven a tomar protagonismo mientras nos deslizan hacia un cañón que había que superar con una leve subida. Aquí presencié otro episodio de intransigencia por parte de un biker que venía por detrás y que comenzó a echar chispas y fuego cuando el que me precedía tuvo que pararse ante una salida de cadena. Allí les dejé llamándose de todo. Incomprensible.
Poco después llegamos al tercer puesto de control. Me avisaron de que solo llevaba una marca en el dorsal y que debía llevar ya dos. "Las que me han puesto", les dije. El caso es que me fui de allí con la mosca detrás de la oreja. Mira que si los de la federación me descalifican después de toda la mañana machacando los pedales. Al ir pensando en esto me descentré y me pasé en un cruce el camino correcto. Me chupé una subida de unos 300 metros y allí, sin saber muy bien porqué, me paré mosqueado al no ver al que llevaba delante. "Ufff, si va por aquella otra loma".
Mancebo cruzando la meta en solitario
El despiste me pudo costar 5 o 6 minutos y la pérdida de algunas posiciones, aunque en ese momento ya era lo de menos. La carrera estaba terminando y más o menos había aguantado un ritmo bastante constante durante todo el recorrido. Reto superado con buena nota a pesar de tener el globo casi deshinchado...
En la última subida antes de entrar en la plaza de Colmenar intenté atrapar al que llevaba por delante a unos 200 metros y con el que me había estado "peleando" toda la mañana, pero ni los ánimos de la policía municipal que estaba por allí consiguieron que lo lograra. El griterío de la gente que te aplaude al pasar, como siempre, de lo mejor que se puede sentir cuando estás ahí dándolo todo.
Terminé la prueba con 4h52' en la posición 80º de la general y 14º de los Master 40. Aunque las sensaciones no fueron la mejores, meterse en una carrera con tanto nivel, a pesar de estar finalizando el verano, sin duda ha sido una buena experiencia. Espero repetir el año que viene.
Sobre la carrera y el circuíto creo que en Madrid estamos de enhorabuena si esta prueba se consolida en el calendario. Se trata de una zona nueva, diferente a las que solemos ciclar por la sierra de Guadarrama, con una dureza extraordinaria y de puro MTB. ¡¡¡Bienvenida seas MadridXtrema!!!
Clasificación General Open España y Campeonato Madrid XCM
Clasificación Master 40
Fotos de Fernando Lozano Benito
En meta me encontré con Bea, una compañera de trabajo.
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