Mis primeros pasos en bici por los montes que rodean Madrid los pedaleé junto a uno de los personajes que más aprecio en este mundillo de las dos ruedas, al cual, además, y como no podía ser de otra forma, considero uno de mis maestros. Mi amigo Juanma "Sportbilly". Con él fue con quien hice mi primera ruta por la sierra, allá por 2007, junto a otro gran amigo, Luis Azañedo "Peguero". Desde aquel momento, ya prehistórico, han pasado muchas cosas que, de una forma o de otra, han dificultado el poder coincidir regularmente con ámbos para disfrutar de una buena mañana por la sierra.
La última vez que pedaleé junto a Juanma fue ya hace un año, y más atrás ni me acuerdo. Son esas cosas que no puden suceder pero suceden y que las partes están de acuerdo en ponerle remedio cuanto antes, pero el remedio no llega. Hasta este fin de semana. Parecía que Juanma comenzaba a retomar el "tema bici" y yo a dejarme llevar por cualquier cosa que signifique "disfrutar en bici". Resultado: ruta a la vista.
Para intentar coincidir con Peguero y así cerrar el círculo que abrimos en aquel invierno de 2007 por la Fuenfría y el Río Moros, propusimos realizar la subida a Cueva Valiente desde San Lorenzo de El Escorial, para que de esta forma el cicerone de la zona no pusiera resistencia a la salida. Pero no pudo ser. Otros quehaceres retrasarán la reunión de la pareja que me metió el veneno de las dos ruedas hasta lo más hondo de mis entrañas.
Así pues, el sábado a las 9:00 de la mañana estaba con mi buen amigo junto a la Universidad María Cristina de San Lorenzo de El Escorial y dispuestos a pasar un gran día de bici por esta zona de la sierra noroeste de Madrid. La salida del pueblo hacia Abantos, a pesar de haberla hecho mil veces, me sigue pareciendo laberíntica. Y el hecho es que nos confundimos y nos metimos unos costarrones de propina que nos quitaron el fresquete mañanero. Nada que no tuviera remedio.
Una vez encontrada la cada vez más pseudo carretera que sube el Monte Abantos por el Puerto del Malagón, los pedales fueron girando sin ninguna prisa, con una amena conversación y muchas risas al recordar el cuaderno de bitácora y las miles de aventuras que lo rellenan. La poca actividad ciclista de mi compañero en los últimos tiempos apenas se notaba ya que la falta de pedaleo no ha ido de la mano con una ausencia deportiva general, sino todo lo contrario. De ahí lo de SPORTbilly.
Culminado Abantos, nos paramos para mordisquear una barrita (esto si que es noticia para mí) y sacar algunas fotos para el recuerdo. Pero pronto nos pusimos en marcha hacia la Casa de la Cueva, lugar que nos dió entrada a los "Pinares Llanos", un lugar mágico que da curso a un sendero por el que resulta extraño ciclar sin Peguero y sus secuaces.
En esta zona da un poco de pena ver lo seco que está el campo, los ríos y los embalses. Normalmente toda esta zona rebosa agua mires donde mires, y en estos momentos la yerba se ha tornado amarilla y el cauce del río que normalmente nos moja más allá de los tobillos era un conjunto de cantos rodados y arena. Una pena. En cualquier caso Pinares Llanos es un disfrute por el aroma que desprende el bosque que te rodea, por el silencio que inunda la zona y ese halo de misticismo que provoca tanta soledad en espacios tan escondidos de la mano humana.
Tras dejar atrás este bosque de pinares salimos de nuevo a la carretera que baja de Abantos para adentrarnos en la pista que pasa junto al campamento de Peguerinos y el embalse de la Aceña. Aquí el terreno vuelve a picar para arriba poco a poco. Juanma y yo seguimos recordando las historias que hemos vivido por aquí en años pasados, como la de aquella quedada en la que apareció Chemis con una bolsa del super con bocadillos colgada del manillar. Y vaya pajarón cogí en aquella ruta.
El desvío a Cueva Valiente se acercaba y con él llegaría el mayor castigo del recorrido. Hasta entonces la mañana había transcurrido plácidamente, el anunciado frío brillaba por su ausencia y el sol relucía desde su atalaya. Todo perfecto.
La ascensión al monte de Cueva Valiente (1904 m) se realiza por una pista descarnada que según se avanza se vuelve más descarnada y cabrona. En su parte central ya no es descarnada, está sencillamente destrozada con piedra suelta y sobre una pendiente que roza el 25%. Un regalito. La primera parte todavía se hace razonable mientras la tracción te deja avanzar. La segunda parte, hasta la curiosa señal que indica doble dirección, cuesta dios y ayuda superarla, y tan solo un pie me sobró para subir del tirón. La tercera parte vuelve a aflojar el desnivel pero el piso sigue estando destrozado. Lo importante para llegar arriba de una vez es no perder la tracción, meterle potencia al motor y un puntillo de suerte. Aquí Juanma penó un poco, pero mucho menos de lo que hubiera previsto viendo su historial con la bici en los últimos tiempos. Está claro que el que tuvo retuvo. Y este elemento retiene.
En el vértice geodésico estuvimos un ratín compartiendo espacio con algún otro biker y varios senderistas que nos miraban con esa cara de -"¿Cómo habrán llegado esas bicis hasta aquí?". En fin, no sabría explicarles cómo, la verdad.
De Cueva Valiente se sale bajando la tercera parte de la ascensión que antes comenté para coger un sendero bastante técnico que nos dirigió hacia la empinada ladera de la montaña que desciende hacia Collado Hornillo. El sendero previo a la bajada definitiva es de los de descabalgar en dos o tres lugares, o al menos nosotros lo hicimos así para no tener un susto inecesario, y aún así yo volqué hacia adelante cuando intentaba superar una piedra. Afortunadamente no me llegué a caer.
Ya en Collado Hornillo le dije a Juanma: "qué gozada de bajada, cómo se disfruta este terreno", aunque esto lo pensé cuando me vi seguro en suelo firme y sin la pendiente vertical por delante. Como la previsión era llegar a casa a una hora prudente decidimos evitar la subida por el sendero que nos llevaría al Camino de los Refugios y salimos carretera abajo. Juanma por delante y yo siguiéndole. De repente Juanma pegó un giro brusco a la izquierda por un tobogán de tierra y se desequilibró. Vuelo rasante lateral. El hostión fue de época. Menos mal que cayó sobre tierra y evitó las zarzas y las piedras que había por el lugar. Afortunadamente solo fue chapa y pintura y un susto considerable. Lo peor, un golpe con el pedal en el talón de aquiles. "¡Bienvenido a la montaña, amigo!".
Tras disfrutar el sendero que nos bajó a la pista del Campamento Peñas Blancas y superada ésta con amagos de calambres en el femoral de mi compañero, comenzamos a subir Abantos a buen ritmo. En nada y menos llegamos a la Fuente de las Negras, giramos a la derecha, y los últimos repechos de carretera nos deleitaron con una visual impresionante del pueblo de Peguerinos.
El descenso a San Lorenzo decidimos hacerlo por el "camino del silencio" -así creo que lo llaman los autóctonos-. Es una bajada por un senderín con partes de mucha pendiente donde alguno ya se ha dejado su clavícula en el tronco de un árbol. Tomándolo con calma se disfruta de lo lindo. Acabado este último sector pusimos rumbo a los coches por carretera ya que las 14:00 horas era el tope para terminar.
De verdad Juanma que fue un pedazo de placer compartir esta ruta contigo. Ya te dije que las 4h40 que estuvimos juntos se me pasaron en un suspiro. Aguantaste los 51 kms y 1400 de desnivel+ como un jabato. Y además se te vió con esa sonrrisilla de quien va disfrutando. No se lo que haces para estar tan en forma montando tan poco. Sin duda, eres un elegido.
Que no pase otro año, eh!
10 comentarios:
Estupenda crónica pero, sin duda, lo mejor es veros juntos como un par de "golfillos" haciendo de las suyas y disfrutando como si de un placer supraterrenal se tratase!!
Un abrazo, par de figuras!!
Edu.
Evidentemente habría disfrutado muchísimo más si hubiera estado con vosotros.
Leyendo tu crónica se me ha removido algo por dentro y me afloraba ese regusto de los primeros tiempos cuando buscaba por "mis territorios" esa ruta mayúscula que pudiera asombraros un poco más. No sé si la hay. Y si la hubiera, no dudéis en que la haremos juntos.
Un placer ver a Juanma cabalgando de nuevo.
Luis
que bueno veros de nuevo como hace ya tantos años que pena no haber podido estar alli, esperoq ue esto se repita antes de un año y como no espero estar alli de nuevo
un abrazo
Gran crónica, gran ruta y grandes bikers. A disfrutar, amigos!!
Valla, me alegra verte ésta vez en modo "excursión", ya que desde que paso por tu blog te veo en modo "carrera".
Buena ruta.
Saludos.
¡Qué recuerdos de Cueva Valiente!. También fue para mí una de las primeras rutas. ¿Y qué me dices de la señal de tráfico?. Parece una broma.
La bajada a Collado Hornillo es especacular, pero la última vez que fui estaba destrozada por las motos.
Saludos y sigue relajándote, que no todo va a ser competición...
Buenas,
Un placer veros a los dos disfrutar tanto por allí
Y madre mía, que valor el de Juanma, se pega cada ruta de Reenganche que madre mía: Cueva Valiente, el Pasapan...hace honor a ser Sportbilly jajaja
Una pena lo de que sea en sábado, que los tengo muy ocupados siempre.
Un abrazo!
eso, eso disfrutando de la pretemporada, es lo que toca! que bien un comentario de Edu, cuanto tiempo sin saber nada de él!
La verdad que el plcaer fue todo mío, algo cansado, pero todo mío. Además, Pablo, no creo que ni siquiera llegaras a sudar ni te subieran las pulsaciones, ibas totalmente relajado!!!! De mayor quiero ser como tú!
Me lo pasé en grande, disfrutando de cada sendero, pista (aunque fuera cuesta arriba), piedra y pino del camino, que sabía yo que me estaban echando de menos... En cada pedalada recordaba las veces que hemos salido la grupeta y las anecdotas que nos han pasado a lo largo de estos buenos años ciclistas... Una lastima el no haber coincidido con alguno más, pero espero que podamos vernos en alguna rutita conmemorativa.... Quizás un revival de Dolores de montejo??? (Como bien decía Bruna...) Sería impresionante...
Desde aquí mandar un fuerte abrazo a muchos a los que no veo hace mucho, pero os sigo en los blogs correspondientes o a través del resto de la pandilla... (Edu, Maestro Peguero, Bruna, Chango, Jesús, etcetcetc...)
Lo dicho, un autentico placer compartir estas vivencias y sentimientos con vosotros!!!!
Y gracias a Pablo por el reportaje fotográico y la crónica!!!
Lo he dicho muchas veces, pero lo repito una vez más, cada comentario vuestro tiene para mí un valor incalculable. Desde luego nada de lo que aquí se mete tendría sentido sin vuestros comentarios. Una vez más gracias a todos, me hacéis sentir bien...
Sobre la propuesta de Juanma de hacer un Revival de los "Dolores de Montejo" desde aquí mi apoyo a esa idea, sería genial... Ver de nuevo en la misma grupeta a Edu, Tony, Juanma, Peguero, Bruna, Chango y compañía sería la lecha. Por supuesto es extensible a todo aquel que se quiera unir. Pablo R, y Chema, no perdería esta oportunidad para sufrir un ratito, jejeje...
Un abrazo fuerte a todos!
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