Gratamente sorprendido quedo, cuando llego al punto de reunión a las nueve y un minuto, y misteriosamente están todos los ``voluntarios´´ a la ruta prevista. Tened en cuenta que algunos vienen desde Madrid e incluso más lejos (Fuente el Saz). Yo que me he levantado una hora después que ellos, casi llego tarde. En fin ...

Chemis es otro cantar. También lleva buena bici, aunque su equipación no parece la más adecuada. Además trae una tos bronquítica que da miedo y nos confiesa que se ha acostado bastante tarde. Empezamos a dudar de que siquiera pueda llegar al Puerto Malagón. Pronto comprobaremos que el hábito no hace al monje y que los pre-juicios son sólo eso: prejuicios.

A medida que vamos subiendo nos vamos encontrando pelotones de ciclistas de carretera y montaña. Nunca, en todas las veces que hemos subido este puerto, habíamos visto estas multitudes. Funchifuni y yo no damos crédito a lo que vemos. Cruzar el límite provincial (Madrid-Avila), nos supone que empezaremos a bajar hacia ``la tierra prometida´´. La llegada a la Fuente de Las Negras nos dice que en un buen rato no vamos a tocar asfalto. Sí, mucho sendero, pista e incluso campo a través (en busca del sendero perdido). La bajada hasta la Casa de la Cuevas es siempre así. Por evitar la carretera nos metemos en un guirigay que no sé si merece la pena.
Sobrepasada esta casa forestal, reconvertida en albergue, empezamos uno de los senderos más bonitos de todo este pinar. Trialeras, praderas, vadeo de arroyos, hacen que en cinco o seis km., no hagamos otra cosa que disfrutar con mayúsculas. ¡Qué bonita es tu tierra Peguero! Grita Sportbilly.

Sobrepasamos el camping de Peguerinos (poblado chabolista diría alguno), y por pista en buenas condiciones al principio y de grava suelta después, enfilamos hacia nuestro objetivo: Cueva Valiente, 1.902 m. de altitud. Cuando se atisba la cumbre de este monte (Qué curioso que a un monte se le llame cueva. Es porque en la falda de esta cumbre hay una cueva horadada en el granito), nos encontramos una fuente. Es el lugar perfecto para reponer fuerzas. Las vamos a necesitar para poder encaramarnos por las pendientes de esta cumbre. Y digo cumbre, que no puerto, pues se llega prácticamente hasta la misma cima con la bici. Bueno, hasta aquí la primera parte. Luego en este mismo post os contaré el resto. (Es que ahora no puedo seguir escribiendo y todavía queda un rato).



¡Hey chavales, algún día tendríamos que volver! -Además, mirad qué sendero nos espera. Es el comienzo del regreso. Descendemos unos cientos de metros hasta un senderito que sale a la izquierda. El sendero de Cueva Valiente a Collado Hornillo... ¿es más bonito que el de la Casa de Las Cuevas? Es más técnico y tiene mejores vistas. Lo único malo es que en él, Jesús perdió su cuenta en una caida y no volvió a aparecer más. No siempre se puede ir sobre la bici. Pero generalmente sí. Incluso alguna mosca se monta sobre el objetivo.
En Collado Hornillo suena por primera vez un móvil: ``Cari, que la mesa está puesta´´. Pues... ¡no queda ná! Proseguimos el descenso por un sendero paralelo a la carretera, pero desde que montaron una alambrada al lado, casi se lo cargan. Este sendero desemboca en la pista de Peñas Blancas, que es más o menos llana, pero los kms y la dureza del recorrido van pesando en las piernas. Chemis aguanta como un jabato el ritmo (a pesar de las apariencias). Pablo va un poco tocado. Los calambres le deben llegar a las orejas. Tres semanas de inactividad total, después de la caída y una boda ``mal colocada´´ hacen estragos en cualquiera.

La ascensión hasta Abantos la hacemos por el mismo sitio por el que descendimos por la mañana. La escalonamos haciendo una paradita en la fuente Las Negras.Cuando llegamos al carte del Abantos. Brunaita lleva una cubierta rajada, repara ¡con el DNI!. Son casi las tantas, por lo que los que más prisa tienen optan por bajar por carretera hasta El Escorial. Otros vamos por nuestra bajada favorita: el camino del Gitano. Se nos ha hecho tarde a todos, por lo que la despedida es un poco anárquica. Pero como siempre nos queda la gran satisfacción de haber concluido una ruta muy interesante, tanto por los sitios recorridos, como por los valientes que acuden a estos embolados.
Un placer como pocos.
Datos según mi cuenta:
Distancia: 45.77 Km.
Tiempo de pedaleo: 3 h 47 min.
Desn. Ac. : 1.318 m
Vel. med.: 12 km/h.
Pend. Max subida 20%
Pend. Max bajada 30%
No hay comentarios:
Publicar un comentario