
Salgo del Miratoros a las 9:20 con un grado negativo y la promesa de un día espectacular. El cielo se ha presentado totalmente azul y sin resquicio alguno de nubes. Según avanzaba hacia la montaña por los páramos que separan Soto de la Morcuera, la temperatura ascendía casi sin control. Ya en la barrera donde comienza el ascenso al puerto, el termómetro marcaba 12 grados. El día prometía.
Comienzo a subir sin prisa. La idea es terminar la primera vuelta en menos de 2h30 para poder hacer la segunda vuelta con relativa tranquilidad de tiempo. Tras superar las primeras zetas parece que la pista está libre de nieve. “Ha sido un acierto venir”, pienso aliviado. Sigo subiendo y veo más adelante las primeras manchas blancas en el suelo. Las supero con facilidad. Pero el problema acababa de comenzar. Las manchas cada vez son más grandes y más extensas. Cuando en una de ellas compruebo que el espesor ronda los 15 cms comienzo a preocuparme.

Tras descender por el primer sendero y comenzar a ascender las primeras pendientes de la Hoya, mi compañero me dice que se da la vuelta. No se encontraba con el fuelle suficiente para acometer con garantías esta segunda parte. Tras despedirme continúo subiendo, a ratos montado, a ratos empujando. A estas alturas ya tenía claro que de segunda vuelta nada de nada. Y gracias si completaba la primera.

Decido echarme la bici a la espalda al estilo mochila. Está claro que así voy más cómodo que tirando de ella. Y así continúo un buen rato “disfrutando” de la singular situación. Pienso en el grupo que quería subir a la Fuenfría y en lo mal que deben estar las cosas a 1800 mts. La nieve por el cuello cuando menos.
Por fin llego al comienzo del ‘sendero del peligro’ y comienzo a bajarlo pensando más en terminar con este suplicio que en disfrutar lo que me quedaba por delante. Las zetas de las curvas estaban tan llenas de nieve que estos giros tan cerrados era peliagudo trazarlos bien. El punto más complicado de la bajada que tiene un escalón de roca estaba completamente abnegado por el blanco elemento.

Al final, completo los 31 kms de la ruta en 3:05, casi una hora más de lo que se tarda en buenas condiciones. La media de 9,9 kms/h es como para haberse echado una siesta bajo cualquier pino de este impresionante rincón de la sierra.
En breve volveré y espero poder quitarle el negativo al título…
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