τὸ νικᾶν αὐτὸν αὑτὸν πασῶν νικῶν πρώτη τε καὶ ἀρίστη
"La victoria de uno sobre sí mismo es la primera y la mejor de todas las victorias"

viernes, 19 de octubre de 2012

El Carpio de Tajo 2012. Bloqueado

Una semana después de la Talajara y de las buenas sensaciones que tuve durante toda esa carrera, aún con el infortunio del pinchazo, llegaba esta maratón de 63 kms y poco más de 1000 metros de desnivel en un escenario que el año pasado me cautivó: los campos de cultivo y la media serranía de Carpio de Tajo.


Sobre el recorrido de esta maratón se puede pensar que es bastante secarral, que carece de senderos y que es un recorrido más propio para carreteros. Se puede pensar lo que se quiera, pero es una de las carreras mejor organizadas en las que he participado, con una inscripción de 12€ y donde los regalos casi le llenan la despensa a uno de productos típicos de la zona. Y qué queréis que os diga, a mí el recorrido me encanta, a pesar de los botes que uno va dando encima del sillín por la cantidad de piedras que hay en esas pistas toledanas.



Por eso, en las semanas previas a esta carrera, estuve dando la murga a los KCTs hasta que dos de ellos, por dejar de oirme, accedieron a acompañarme. La idea de luchar por el primer puesto en equipos (mínimo de cinco) hubiera estado bien, pero los compromisos de unos y de otros no lo hicieron posible. Con los resultados en la mano, los del CC Pina nos hubieran metido una buena tunda ya que metieron a sus cinco corredores entre los 18 mejores.


Finalmente, el pasado 14 de octubre, Willy, Toni y yo nos dirigimos en la furgo del primero (hay que hacerse con una gran pegatina KCT para el vehículo) a Carpio de Tajo, de donde nos separaba algo más de una hora desde Madrid con una previsión de llegada más que holgada sobre las 10:00 de la mañana, hora de comienzo de la prueba que, este año, era Premio Diputación de Toledo.


Con hora y media por delante, a uno le da tiempo a calentar, darse una vuelta por el pueblo y volver a calentar. Entre los saludos a las caras conocidas me hizo especial ilusión encontrarme en carne y hueso a Ocarmeno, uno de esos ciclistas que viven la bici en modo aventura y que tiene anédotas y experiencias para escribir más de un libro. Por allí también estaban Carlos Tenorio (2º), del Todobici Torrijos, viejo conocido de Willy y Tony en los entrenos por la Kely Country; Enrique Leblic (1º), del mismo equipo; Yago Sardina (5º), subcampeón de España sub23 hace unas semanas en Sabiñánigo; Nacho Vara (10º), campeón de Madrid de maratón Master30; un nutrido grupo del CC Pina (3º, 4º, 6º, 8º y 18º) todos unas fieras; y algunos otros nombres como Enrique Pinilla (9º), Juan Antonio Yusta (7º)... En fin, mucha tela que cortar para estar delante. A todos estos, había que sumar a mis compañeros de equipo, que no son cojos, aunque les falta rodaje en carreras MTB.



A las 10:07 se dio la salida, y tras una muy breve neutralizada por el pueblo, se puso el botón de full gas... Intenté pegarme al grupo de delante en el que iban todos los insignes. Se salió a todo trapo y algo más, y circular por los primeros caminos a cuarenta y tantos no era suficiente y tan solo mantenía una distancia de 50 metros con las últimas ruedas de ese primer grupo. Dejé la responsabilidad de pillarlos a alguno que quisiera asumirla, pero tampoco conseguíamos engancharlos, así que me puse otra vez a tirar rozando las mil pulsaciones (qué sufrimiento!!!) sin conseguir otra cosa que desgastarme y comenzar a desinflarme peligrosamente. Parte de los que iban por detrás me pasaron y me dejaron. No fui capaz de cogerle la rueda a ninguno. Bloqueado.


A partir de ese momento, sobre el km 13 o 14, aflojé para coger de nuevo fuelle e intentar imponerme un ritmo que, a largo plazo, funcionara mejor que el empleado en la endemoniada salida, donde la explosividad es fundamental. Me fui acordando del ratito de dos horas que me pegué el día anterior para soltar piernas a 31 por hora. A ver si aprendo a racionalizar las salidas en bici y decir "No" cuando toca "No".



Cuando me empecé a sentir cómodo de nuevo llegó la subida al alto de la Quintanilla, y las piernas no carburaban como me hubiera gustado, aunque me daba todavía para comenzar la remontada e ir cogiendo las unidades descolgadas de los primeros grupos. Sobre el km 30, iría sobre el puesto 25º y solo tenía una cosa en la cabeza: mejorar el 21º del año pasado e intentar luchar por un puesto en el cajón Master 40. La llegada de Willy por detrás indicaba que iba a tener otro duro hueso que roer en esa lucha de los cuarentones, pero, una caída tonta, dobló la patilla del cambio a mi compañero y le borró de esa pelea.

En el km 40 me cogió por detrás Arnaldo Ortega, un chavalín de 18 años que va para figura y que además corría en casa. Impresionante el manejo de la bici y la soltura subiendo de este campeón. Directamente, le dije: "al llegar me firmas un autógrafo que en unos años va a valer su peso en oro". Acordaros de su nombre.


En esta edición, la organización había alargado el recorrido en la zona de las rampas del 20% que tanto daño hacen cuando crees que estás llegando al final. En una de las bajadas, un MTB Ajofrín se metió un castañazo saliendo por las orejas de su bici y me regaló una posición más. Por delante, un Ortega desatado y un invitado de última hora del Todobici Torrijos me dejaban en la posición 21º, pero en los 200 metros de rampa final antes de meta las piernas todavía me repondieron para poder superarlos a los dos. Posición 19º y 5º Master 40. Tiempo final 2h38:36. A tres minutos del cajón de mi categoría y de un queso de la zona que tenía una pinta endiablada. Nada, que no hay manera. A ver si el año que viene...


Mis compañeros del Kely Country Team entraron mucho más atrás de lo que ellos llevan en sus piernas, pero les faltan carreras para dar un tijeretazo a la clasificación y situarse muy delante. Willy, que fue penando con saltos de cadena contínuos, terminó 40º con 2:49:18; y Toni, el 60º con 2:56:00. El año que viene están los dos entre los 20 primeros sin duda, y algún otro que yo me se bastante más delante aún. Todo sea que las cosas cuadren y los compromisos varios les dejen asistir a esta carrera que, sin duda y si las fuerzas me acompañan, me tendrá de nuevo en la salida en 2013.


Con Toni, Willy, Carlos Tenorio y unas cervecitas.

Lo que venga a partir de ahora será dejar poco a poco escapar el aire del globo. Antes de que salga del todo igual me acerco hasta Sigüenza a saludar a los hermanos Blasco el 28 de octubre en la Escarcha Extreme del Open de Guadalajara... Ni la distancia (42 kms) ni el momento del año me favorecen, pero el disfrute está asegurado, así que...

Clasificación Carpio de Tajo

miércoles, 17 de octubre de 2012

Talajara B Pro Bike Marathon 2012


La pereza por escribir algo decente aumenta según pasan los días, así que vamos a darle salida a las entradas pendientes antes de que caigan en el agujero del olvido para siempre, cosa que no me extrañaría que ocurriese más pronto que tarde.

La primera de ellas corresponde a la Talajara del pasado 7 de octubre en su versión larga, la de 125 kms, la cual llevaba varios años barruntando hacer, pero siempre ha coincidido en fecha con la Sierra Norte, toda una clásica del MTB madrileño que se hace difícil perderse por recorrido, organización y ambiente. Pero este año me apetecía más la prueba toledana.

A Talavera de la Reina, lugar de la salida de la carrera, me acerqué con Guillermo Bilbao, un compañero que traía en sus piernas toda una Transpyr en el mes de julio. Llegamos a la linea de salida un poco justos de tiempo, pero tuvimos suerte y pudimos colocarnos no demasiado lejos del arco de salida, con unos ciento y pico ciclistas por delante. Dado que saldrían más de 1.500 participantes habíamos conseguido minimizar bastante los daños de una salida más que tumultuosa.

Por ahí asoma mi cabecita, sobre el 17º o 18º...

Durante los primeros kms pudimos colocarnos bien delante, todo a base de calentones y de ir durante la primera hora al 110%. Ayudado por un biker del Polar y otro del Powerade que pusieron un ritmo altísimo, el primer vagón cogió la Vía Verde como una locomotora. Ahí me pude instalar más o menos cómodo con otras cuarenta y tantas unidades que poco a poco se iban estirando hacia atrás. Guillermo viajaba en un segundo vagón a escasos minutos del primero y con una velocidad de crucero igual de frenética.

Para no quedar cortado, decidí ponerme cerca de la cabeza, donde daba vértigo mirar al cuanta kilómetros y darse cuenta de que apenas se bajaba de 35 kms/h y se superaba con frecuencia los 40, sobre todo en la salida de los numerosos túneles donde la cabeza arreaba para soltar a la gente disgregada. El miedo a dar con los huesos en el suelo ante la oscuridad de estos agujeros negros te hacía separarte del de dealnte más de lo aconsejable, y perdido el rebufo, perdido el vagón.

En el km 62, tras haber dejado atrás la Vía Verde y las primeras rampas, tras un leve sube y baja del terreno, cuando iba tercero del grupo, la rueda de atrás cogió mal una piedra y reventó... "Grfx+**ffashhq%%p*tamierrrda". Hasta ese momento, la velocidad media superaba los 33 kms/h. Ahí se acabaron todas las esperanzas de continuar con las veintitantas unidades que quedaban en cabeza. Tardé unos 15 minutos en meter una cámara, pringarme bien de líquido e hinchar con una bombona de CO2 que no me dío ni kilo y medio.


El recorrido, desde ese punto kilométrico comenzaba a escarparse y concentraba casi los 1100 metros de acumulado en los siguientes 30 kms... Ahí me hubiera bajado de ese primer vagón seguro, pero siempre hubiera quedado la posibilidad de coger alguna grupeta que no me desgastara como lo hace la lucha en solitario, pasando gente sin poder acomodarse con nadie.

Al final, tras un desgaste tremendo, llegué a meta en 4h52 tras dos mínimas paradas de segundos para rellenar el bidón en dos avituallamientos. Me queda saborear la media del cuentakms que pasó los 27 kms/h y el tiempo de pedaleo, que se quedó en 4h36, y que me hubiera situado entre el puesto 20º y el 25º de la clasificación, más menos, si no hubiera tenido el percance del reventón.

Por otro lado, carrerón de Guillermo, que terminó el 29º en 4h43... El Kely Country Team está en negociaciones con este pedazo de ciclista para incorporarle a sus filas en la próxima temporada, jajaja! Espero que haya acuerdo.

El año que viene, espero volver a la Talajara para quitarme la espinita y volver a sentir la locura de un pelotón de MTBs a más de 40 kms/h y el ruido que se genera con el rozamiento de las cubiertas (más de 29" que de 26") con el asfalto y la tierra. Los pelos de punta.


La siguiente será Carpio de Tajo en una semana (realizada ya a fecha de hoy) donde espero disfrutar como lo hice el año pasado de una organización de 10...

Siento que no den para más las ganas de escribir... espero que me lo perdonéis.