τὸ νικᾶν αὐτὸν αὑτὸν πασῶν νικῶν πρώτη τε καὶ ἀρίστη
"La victoria de uno sobre sí mismo es la primera y la mejor de todas las victorias"

domingo, 6 de septiembre de 2009

De Miraflores a Canencia por el Collado del Hontanar y Cabeza de Braña

La historia de la ruta del pasado domingo se puede dividir en cinco fases. Cada una de ellas pertenece a los diferentes estados de ánimo por los que paso durante las seis horas que duró el recorrido.

1.- Fase de creación y primeros momentos.-
Se remonta a antes del verano, cuando dándole vueltas a los mapas, diseño un recorrido que atraviesa las sierras de la Morcuera, Hontanar y Canencia. Tenía mucho interés en atravesar el Collado del Hontanar desde Pinilla del Valle y enlazar con la subida a Cabeza de Braña desde la carretera del Puerto de Canencia.

La salida la realizo desde Miraflores de la Sierra, lo que me hace ganar bastantes metros de altura respecto a la salida habitual de las rutas de esta zona, que suele ser Soto del Real. Me toca un día nublado y chispeante en la sierra, y la temperatura rondando los 18ºC. El reloj marca poco más de las 9 de la mañana. Es hora de ponerse en marcha dirección a la pista que sube hacia el alto de la Morcuera.

Frío y niebla en lo alto de la Morcuera.

La subida al puerto la realizo sin mayor novedad que la compañía del denso vapor de agua que contienen las nubes que me rodean. La niebla se va cerrando. Como conozco casi de memoria la subida intento darle vidilla a los pedales durante los casi 9 kms de ascensión.

2.- Fase de espectación.-
Casi sin solución de continuidad inicio la bajada hacia El Paular por la pista que sale detrás del refugio. Arriba, la temperatura no pasaba de los 15º y empapado por el sudor tengo bastante frío. Durante la bajada me quedo helado, no tengo ni chubasquero ni periódicos para protegerme. Casi a pecho descubierto.

Me cruzo con bastantes bikers que suben la Morcuera por el lado norte. Por cierto, alguno de ellos debería tener la prudencia de echarse a un lado cuando se cruza con la gente que baja. No es de recibo que cuatro bicis ocupen todo el ancho de la pista en una curva, y el que baja casi tenga que pasar por el sembrao.

El Monasterio del Paular siempre espectacular.

Aprovechando los primeros rayos de sol en el Puente del Perdón.

Después de 13 kms, llego a El Paular con el sol abriéndose paso entre las nubes. Me paro en el Puente del Perdón y lo busco como una lagartija.

Decido ir por carretera a Pinilla del Valle para ahorrar tiempo. Ya en el pueblo me dirijo al puente que pasa por encima del Embalse. Un poco más allá de éste cojo la pista que sube al Collado del Hontanar. La bajada masiva de unos 15 bikers me orientan sobre el camino a seguir. La pista es estrecha y salvaje. Según vas cogiendo altura se abren las vistas hacia el valle de Lozoya y, al otro lado, el Reventón y Navafría.

Cruzando las estribaciones del Embalse de Pinilla.

Después de unos 5 kms, la pista desaparece. La opción es continuar montaña arriba por un senderito que te lleva al collado en rampas del 26%. Toca empujar la bici 300 metros. Después llega el momento de sentarse y disfrutar de las vistas a más de 1550 metros.

La pista que sube al Collado del Hontanar no recibe demasiadas visitas.

Los últimos metros son un paseillo al 25%

3.- Fase de negación y martirio.-
En el alto hay unas alambradas con un portón que cruzo. Tengo que bajar la vertiente sur de la montaña. Es la parte de esta serranía que mira hacia Canencia. Al principio sigo un sendero que va dando paso, en poco tiempo, a zonas más pedregosas (me acuerdo del verdadero Mountain bike de alguien que yo me se), para terminar montaña a través.

De pronto comienzo a oir los gruesos y graves ladridos de un perro pastor que me obligan a salvar el culo reculando de mi dirección correcta. Salgo como la pólvora hasta que dejo de oir al motivado animal. La adrenalina la tengo a 1000. “Joder, quién me mandará meterme en estos verengenales”, me pregunto con angustia una y otra vez.

Salvando mi culo.

Pasado el trago del perro y con un buen tramo de montaña por descender, solo queda regatear zarzas, arbustos y piedras que van golpeando mis tobillos sin piedad. “Esto no me está pasando”, pensaba, “y espérate que no termine pinchando”.

Cuando llego a la carretera de Canencia se me abre el cielo otra vez. Literal. “Que machacada me he metido”. No tanto por el cansancio, si no por el desgaste que supone estar metido en un laberinto del que no sabes muy bien cómo ni cuándo vas a salir. Total: 1 hora perdida. “Señores, esto es aventura”, que diría un buen amigo.


Subida a Cabeza de Braña por el corazón del bosque de Canencia.

4.- Fase de incertidumbre.-
Tras una breve lectura del mapa, comienzo a subir por la pista que se encuentra en el pk 12 de la carretera que sube al Pto de Canencia. En principio, el objetivo es subir por donde ya lo hicimos en la carrera de los 88 de Mammoth del año pasado. No fue así. Cogí la pista que va por encima de aquella y que te lleva hasta Cabeza de Braña, a 1711 metros de altitud. Tenía alguna referencia sobre lo que me espera en este puerto, pero su belleza ayuda a sufrir un poquito menos. Su dureza se concentra en la parte final de forma diabólica con porcentajes del veintitantos y piso con piedra suelta. El lograr pasarlo montado, apretando los dientes, me da una satisfacción especial en la cumbre, aunque noto que este tipo de paredes cada vez me cuestan más (el inexorable paso de la edad???!!!).

Nunca vi este paisaje desde tan arriba. Casi a 1711 metros.

Como premio, un maravilloso escenario con el valle de Miraflores a mis pies, contemplado desde mayor altura que nunca, pocos metros más abajo de la torre de vigilancia de incendios.

La satisfación del deber cumplido, jeje.

Y ahora... cómo salgo de aquí?. Dar marcha atrás, impensable. Seguir la especie de pista que sale hacia la caseta de vigilancia me alejaría del Pto de Canencia, así que... otra vez montaña abajo hasta llegar a la pista que me deje en las praderas de Canencia. Caigo (nunca mejor dicho) ladera abajo aproximadamente durante 1 km entre una gran masa de pinos y con un porcentaje para despeñarte al menor descuido. Me cuesta sujetar la bici y en más de una ocasión doy con mis posaderas en el suelo. “Vaya aventura???”.

Deslizándome hacia la pradera de Canencia. Todavía no se cómo no pinché!

5.- Fase de reflexión.-
Cuando logro llegar a la pradera vuelvo a sentirme protegido. Me acerco a la fuente del Pto de Canencia, y desde allí cojo la pista que me llevará, de nuevo, hasta la Morcuera. Son unos 5 o 6 kms de ascensión tendida y vistas espectaculares, pero mi estado de ánimo no me deja ya casi disfrutar. Está muy desgastado por la cantidad de tumbos que me ha hecho dar esta ruta.

A la vuelta, el aspecto del puerto de la Morcuera era bien distinto al de la mañana.

Llego al Pto de la Morcuera con el cielo practicamente despejado y, aunque pienso en bajar por carretera a Miraflores (opción rápida), el instinto me saca a la pista por la que inicié la ruta seis horas antes. Durante el descenso voy pensando en lo sucedido durante la mañana, en lo sufrido de las dos bajadas montaña a través, y en esas marcas que llevo en mi cuerpo como recuerdo. “Vah!”. ¿Qué es esto comparado con el pedazo de ruta que me he metido?, ¿Con esas dos subidas nuevas que he descubierto?. ¿Qué es? Pues os lo voy a decir: “Nada”. Bendita aventura y bendita montaña. No está de más que, de vez en cuando, los montes gasten alguna broma. Tienen derecho, ¿verdad?

Supongo que habrá un nuevo intento para salvar los escollos que por circunstancias no he sabido salvar hoy.

78,2 kms
6:20h Tiempo total
4:58h Tiempo s/c paradas
1890 metros de desnivel acumulado
Temperatura entre <15/31>

5 comentarios:

Eduardo dijo...

Bufff amigo, se nota en tus palabras que la ruta ha tenido ese inconfundible sabor de una buena aventura. Enhorabuena!!.

Espero que compartamos una de estas en cuanto sea posible.

Una abrazo máquina,

Eduardo.

pablo.bk dijo...

Edu, se te echa de menos en las rutas. A ver si finiquitas esas obligaciones y nos ponemos on road de nuevo, jeje.

Juanma dijo...

Pablo, tu eres como los buenos vinos, cuantos más años, mejor estás. Estas en plena forma aunque digas lo contrario y en la maraton de Sierra Morena lo vas a demostrar.

Ya me enseñarás esas subidas de Morucera en la próxima!

Un abrazo

MTBCANTABRIA dijo...

¡¡Buena ruta, Pablo!!

Pero perdona que te insista...

Coge un GPS!! ya se que para ti es menos aventura, pero es mas seguridad y ademas puedes improvisar sobre la marcha y cambiar recorridos :)

Un abrazo, campeon!!!

Cactus , ciné-chineur dijo...

hello !