Después de la aventura vasca llegó la “Sierra Norte”. Éste maratón traía este año algunas novedades producto del cambio del club organizador (CC Madroño), patrocinador y localidad de salida-llegada (El Berrueco). Persistía, eso sí, el espíritu de otros años, el tipo de recorrido (mucho sendero, caminos rompepiernas y zonas de trialeras) y la longitud y desnivel del mismo (80 kms y unos 1.500 metros).
Esta marcha se merece el reconocimiento de todos los aficionados al MTB de la Comunidad de Madrid, ya que es de lo poco bueno que nos queda en el calendario madrileño. Sin entrar en detalles de los porqués de esta penosa situación si nos comparamos con otras regiones, solo cabe decir que esperamos que la situación se reconduzca. La vuelta de la ausente este año 88 de Mammoth y la I edición de la pometedora Madrid Bikex son muy buenas noticias en este sentido.
El lugar en el calendario de la “Sierra Norte” (finales de octubre) me hace mirar a esta marcha/carrera como el último reto anual con efectos “competitivos”. Si se puede llamar “competitivo” a la ilusión por intentar mejorar el tiempo del año anterior y/o, simplemente, sentirme agusto pedaleando en pos de una clasificación lo más cerca posible de los de delante. Este año parecía que el resultado podía ser plenamente satisfactorio. Todos los signos señalaban en esta dirección.
De izquierda a derecha, Bruna, Tony, Galán y yo mismo.
El día amaneció despejado pero muy frío. El viento del norte llevaba colándose por la Península varios días y las temperaturas estaban siendo bastante frescas. En el momento de la salida rondábamos los 7ºC, aunque una vez te pones en movimiento los fríos se olvidan rápido. Lo más duro fue aguantar hasta el pitido inicial.
Ya en marcha, como siempre en mitad del pelotón por mucho que uno intente pegarse a las primeras líneas de salida, los zigzageantes senderos se hacen especialmente incómodos por las aglomeraciones y un sol cegador que comenzaba a levantarse perezoso de entre las montañas que custodian el embalse de El Atazar.
Los primeros costarrones me descubren en la bici el típico problema de la cadena nueva cuando los piñones ya tienen algunos kms, saltos en el camio trasero cuando se le fuerza en exceso. Este problema se fue apagando según pasaban los kms y los eslabones se iban estirando, pero hasta que esa situación se consolidó, cada “track, track” era un duro golpe a la moral y una pequeña herida en el avanzar con continuidad.
A todo esto, la compañía de Tony ya se había esfumado en los primeros minutos, pero a cambio disfruté de unos instantes junto al maestro Peguero y Bruna. Mientras, el caprichoso destino estaba dictando que este no fuera mi día de laureles. En el km 23, tras una bajada pedregosa, sentí como mi rueda trasera había perdido todo el aire de golpe. Un “Joderrrrrrr, será posible...”, o “a la mierda con todo”, fue lo más suave que se deslizó entre mis labios.
El reventón me había pillado en un senderín de subida con hierbecillas de 30 cms a ambos lados del caminillo que dificultaban una maniobra de reparación rápida. Corrí unos metros hacia arriba buscando el mejor lugar posible para el cambio de cámara y, ala, a dar la vuelta a la bici... El crono comienza a correr transformando los segundos en una minutada del copón.
“¿Necesitas algo?”, “¿Todo bien?”, comencé a escuchar mientras intentaba operara a toda velocidad. Cuando no, “¿Coño Pablo, que ha pasado?”, “¿Pablo tienes de todo?”, y un definitivo “¡Joder Pablo, te ha dicho Azanedo mil veces que le pongas líquido a las cubiertas!”. En este último comentario en tono de bronca distinguí la voz de Sergio, del CC Escurialense. “Qué razón tiene -pensé-, parece mentira que siga confiando en las dichosas cámaras”. Una cosa he de decir bien alto: Gracias a todos por vuestro apoyo, sé que si lo hubiera pedido habríais parado sin chistar. ¿Si?, ¿no?!
El tiempo que pudo pasar hasta que reparé el pinchazo pudo estar rozando los 15 minutos ya que tuve serias dificultades para meter la cámara nueva en la cubierta sin el apoyo de una bomba que me la hinchara un poco. Una bobona de CO2 fue todo el aire que pude insulflar a la rueda, en torno a 1,5 bares de presión.
“La carrera ya está acabada”, me iba repitiendo una y otra vez, aunque una pista de asfalto roto en subida que encontré tras unas trialeras, me hizo apretar los dientes y tirar hacia adelante. El ir ganando algunas posiciones desde ese momento no hacía si no encenderme más y más. Llegado el primer avituallamiento seguí de largo, y solo frenaba ante los controles de paso para que los chicos me marcaran el dorsal.
Poco a poco fui llegando a la altura de cascos conocidos y, al pasar al lado de cada uno de ellos, me daban ánimos para seguir hacia adelante. En el segundo avituallamiento, sobre el km 45, me paré a beber un vaso isotónico y pedir una bomba de pie para hinchar la rueda trasera. Como no había no esperé ni un minuto en salir de allí a toda prisa. Lo hice detrás de la rueda de Miguel Galán y Ramón (Mammoth) y de Jimmy (CC Pandilleros Garrapateros). Estuve un buen rato a la vera de ellos tres ya que tocaba zona técnica y prefería ir detrás de alguien que me marcara la trazada. La verdad es que es una gozada pasar por estas zonas de planchas graníticas y senderos serpenteantes que hay en las inmediaciones de la Cabrera.
En torno al km 50, tras quedarme solo de nuevo y agilizar la visión para no perder de vista las marcas del camino (el recorrido estaba muy bien señalizado), comenzaba la subida al Medio Celemín. Iba comiendo y bebiendo continuamente. Llevaba tres barritas en el maillot que me estaban salvando la vida. Las buenas sesaciones me ayudaron a superar este puertecillo con bastante facilidad e ir superando posiciones con regularidad, aunque en la bajada, que también hice solo, tocaba ser prudente. Con la presión que llevaba detrás podía tener otro reventón a poco que cogiera una piedra en mala posición.
El tercer avituallamiento estaba al final de este descenso y tuve que parar porque también era un control de paso. Vaso isitónico y para adelante. Con qué ilusión estaban los niños que te marcaban el dorsal junto a sus madres orgullosas. Menudos campeones que tenemos ahí! Otro acierto de la organización.
En la salida de este avituallamiento unos operarios nos hicieron señas para que fuéramos despacio ante las maniobras que estaba haciendo una grúa de gran tonelaje para salir a la carretera. No pasé por encima de la grúa de milagro.
El recorrido ya giraba hacia el punto de salida. Quedaban unos 20 kms rompepiernas con bastantes zonas de piedras que no iban a dar tregua. En esos momentos, ajeno totalmente a mi posición, solo podía guiarme por el tiempo transcurrido desde la salida. Sabía que si seguía apretando y la rueda aguantaba podría llegar al Berrueco con unas 4h30 más o menos. Ese fue mi tiempo en la edición anterior en un recorrido muy parecido a este y llegué en la posición 44º. Aunque el éxito del año pasado era un resultado insuficiente para este. En cualquier caso había que luchar por ello.
Mi batalla era contra el reloj, el tiempo pasaba a toda pastilla y los kms muy despacio. Con 63 kms en las piernas estos tramos finales son donde se suelen marcar las diferencias a favor o en contra. De momento seguía con buen ritmo aunque comenzaba a tener sensación de vacío en el estómago. Por el cuarto avituallamiento pasé sin parar. Iba bien de agua y la meta estaba demasiado cerca como para desperdiciar ni un segundo.
Los últimos 10 kms los hice junto a tres tipos que iban bastante rápido y a los que solo pude mantenerles la rueda. En las bajadas iban más fuertes y seguros que yo, y en los llaneos y subidas me volvía a pegar a ellos.
Con el rostro desencajado.
El cartel de El Berrueco nos hizo esprintar a todos llegando juntos a meta. En la mesa de tiempos me dieron la posición 49º con 4h38', a 59 minutos del primero. Mi primer pensamiento fue “vaya desastre”. Según pasaron los minutos fui aplacando mi furia a medida que me iba sumergiendo en las gratificantes conversaciones con mis amigos de ruta (Peguero, Javi, Sergio, Jimmy y Miguel Ángel) mientras degustábamos una merecida empanada y un buen plato de pasta. Felicidades a todos ellos por lo buenos que son encima de la bici, y mención especial para Jimmy cuya progresión está siendo increíble. Lástima no poder esperar a la llegada de Nacho y Bruna.
El perfil rompepiernas.
Un mensaje de Tony dándome su tiempo y posición me alentó un poco más ya que, al menos él si había conseguido un fantástico puesto (32º) -mi enhorabuena, amigo-, y mirando clasificaciones, comprobé los lugares de compañeros rodadores en la Casa de Campo (27º) con los que comparto algunos kms de eso que llamamos “soltar piernas”, jejeje.
Pero la realidad es que sigo yendo con cámaras dentro de las cubiertas, y mientras no de un giro al tubeless creo que seguiré corriendo un serio riesgo de que mis apariciones por este tipo de maratones sean un fiasco. De nada vale que los signos y sensaciones apunten hacia una buena carrera. A ver si hago caso ya de los que saben...
Por último, es justo dedicar unas líneas a mi vieja amiga y compañera de tantos miles de kms que dijo adiós en ésta su última maratón. Después de trece años de existencia, el betusto pero siempre fiel cuadro Peugeot dejará paso a un Lapierre que rebajará bastantes gramos la montura y la hará ganar en rigidez. Espero estar a la altura de su anterior dueño, el maestro cordobés Mr. Feria.
*** Fotos cedidas desde la web del club organizador CC Madroño.
7 comentarios:
vaya, parece que nos hemos puesto de acuerdo para escribir jejeje
Bueno, con pinchazo y todo muy buen tiempo, ya hubiera querido yo estar donde el año pasado
Y dale un saludo a la Peugeot de mi parte, que no veas lo bien que se ha portado!
Saludos y buen fin de temporada!
Enhorabuena. Estás que te sales. Incluido el pinchazo has hecho un tiempazo. Cuando te llegue la Lapierre no va haber quien te pille.
Saludos y veo que apuntas a Ronda 2011.
Enhorabuena campeon, buena carrera!
Consejo: Lleva una bomba o pasate al liquido (me quedo con lo segundo)
Pregunta: ¿cuanto peso vas a reducir de burra?
Joder... que peligro! :)
Un abrazo. Campeon
Bruna, queda saludada la bici de tu parte, a ver que tal se me da el tema con la bici de Mr. Feria y rasco al segundero algún minutillo...
Manuel, si, si, apunto a Ronda el año que viene. Te veré por allí? Tengo una cuenta pendiente con esa carrera y unas ganas de hacerla increíbles. Además pedalear junto a Diego y resto de bikers de los sures me apetece muuuucho!
Move, lo del líquido va a ser que si o si. Me he tenido que dar un montón de veces contra la misma piedra para reconocer que he de ponerlo YA! El cuadro Lapierre creo que está en torno a 1,4 kg. Teniendo en cuenta que el de mi querida Peugeot pasa los 2 kg, algo le resto, no? jejeje.
Joder Pablo por un momento pense que no ibas a parar nunca, que ibas a ir empalmando maratones hasta Ronda, buena carrera pese al pinchazo y enhorabuena porque has hecho una temporada espectacular.
Un saludo
Jjeje, qué fiera eres Diego, gracias por los ánimos, amigo. La verdad es que la temporada ha tenido de todo, luces y sombras. El resultado que más me ha llenado de todos fue el del Soplao, aunque todos los maratones han tenido "algo". La gran sombra fue sin duda las 24Doce donde infravaloré esa carrera.
La temporada que viene será diferente y comenzará en mayo con los 101 de Ronda. No sabes las ganas que tengo de hacer esa carrera.
Un abrazo campeón.
Andaaaaaaaaaaaa, cuantas caras conocidas, buf como me gustaria compartir una de estas locuras junto a vosotros compañeros, ya podiais animaros a la Non Stop 2011...Menuda maraton, llena de percances y con ese tiempo..buffffff
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