
La idea, además, era realizar la ruta con una variante que me había comentado Juanma y que la alargaría 16 kms. Se trataba de subir, desde el collado donde se coge la pista para bajar a Horcajuelo de la sierra, al collado del Mosquito y bajar por pista hasta el Puerto Cardoso y por carretera hasta Montejo. Vamos a ver como se da.
A las 9:54 dejaba el pequeño parking a las afueras de Montejo de la Sierra con 9ºC y el día despejado. Antes de cruzar el primer portón veo a dos ciclistas delante que van un tanto despistados. Sigo mi camino hacia el Puerto del Cardoso donde hago el tramo por carretera para coger poco después la pista que me llevará hasta el Collado del Mosquito, ascensión de 10 o 12 kms que no se hace especialmente dura y ofrece buenas panorámicas de las montañas que rodean mi posición, una distracción perfecta ante la ausencia de compañía en una subida tan larga.

Monto de nuevo y tiro por la pista principal que lleva hasta Somosierra. Firme más o menos regular y en descenso rápido durante unos cinco o seis kms hasta la desviación a la derecha donde ascenderé de manera directa, sin tregua y mortificadora hasta Tres Provincias. Los dos o tres primeros kms tras el desvío se hacen entre abundante vegetación, pinos de decenas de metros de altura protegen al paseante, biker o incauta alimaña de la mirada del sol y otras estrellas del firmamento. Aquí el plato pequeño es la mejor compañía, más que nada para no reventar en las criminales rampas que vendrán unos kms más tarde.
Poco a poco, los pinos se van abriendo y permiten las seductoras vistas que te enseñan las montañas peladas de la Sierra pobre, apelativo que recibe la zona de la Tejera Negra en la provincia de Guadalajara. El ritmo es ágil pero sin forzar demasiado, voy solo y quiero ir cómodo. Una vez que he cogido la suficiente altura hago una segunda parada para regocijarme en la naturaleza que me rodea.

Ahora solo queda la pista a Tres Provincias, mi “Pe” y yo. Poco a poco voy ganando metros, el terreno, bastante roto, como siempre, no hace sencillo avanzar, y es necesario una mezcla de fuerza y equilibrio para mantener las calas dentro de los pedales. El panorama a estas alturas es desolador, una serie de toboganes con pendientes cercanas al 20% nos indican el camino a seguir. Y cuando has culminado uno de ellos siempre aparece otro que deja insignificante al anterior, lo cual es una tortura difícil de digerir. Las rampas van pasando y me mantengo más o menos erguido con el piñón 13, manteniendo uno de reserva por si la cosa se pone imposible.

Me tumbo en el dólmen a descansar después de tres horas de ascensión en poco más de 30 kms desde Montejo de la Sierra y cerca de 1400 metros de desnivel positivo. Al poco tiempo aparecen en el lugar los dos bikers que advertí al comienzo de la ruta. Pero bastante desmejorados como todo aquel que osa subir a este santuario.
Después de una corta pero amena charla con mis amigos decido salir hacia Somosierra. Me estaba empezando a quedar un poco frío y todavía quedaban más de 40 kms por delante, aunque los siguientes doce son un descenso por diferentes terrenos en los que hay que mantener la guardia alta. Pistas rotas, pendientes negativas importantes y trampas de todo tipo salpican la bajada hasta Somosierra. Tomo mis precauciones y tal y como había prometido a mis acompañantes bajo de forma prudente. Me tengo que recordar que voy solo y que cualquier caída fea puede convertirse en un contratiempo fatal.
Llego sin novedad a la pista que había abandonado para subir al Pico y giro a la izquierda para continuar el descenso por el sendero que baja en zig-zag junto a la A1 y que termina en el Chorro, el mayor salto de agua de la Comunidad de Madrid. En esta última bajada tomo especial cuidado ya que tres meses atrás fue aquí donde me rompí dos costillas en una desafortunada caída.

Mi estado físico se mantenía por encima de la reserva. Llevaba unos 48 kms y me quedaban algo más de 23. Los próximos seis, previa parada para verificar en el mapa mi posición y el recorrido a realizar, iban a resultarme bastante duros, con los inevitables dolores de cervicales y las piernas muy desgastadas. Lo bueno que tiene esta subida es que la has bajado tres horas y media antes y visualizas los puntos de referencia que te animan cuando el final está cerca.

Poco después, ya en la carretera, viajo a 50 y pico por hora por un firme rodeado de hayas y robles y con una sonrisa en la boca que transmite la felicidad que te dan momentos como este. Son las 4:19 de la tarde y Montejo de la Sierra me recibe con 21ºC y un cielo azul con luz de tarde. Ha llegado el final de esta ruta, en solitario y con un montón de sensaciones encima difíciles de explicar.
Como siempre, el recuerdo para mis compañeros de rutas que, por uno u otro motivo, no me han podido acompañar en esta aventura. A ellos va dedicada.
Datos finales:
71,7 kms
5:10 de pedaleo
13,87 de media
67 de máxima
2200 de desnivel acumulado aprox.
71,7 kms
5:10 de pedaleo
13,87 de media
67 de máxima
2200 de desnivel acumulado aprox.
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