τὸ νικᾶν αὐτὸν αὑτὸν πασῶν νικῶν πρώτη τε καὶ ἀρίστη
"La victoria de uno sobre sí mismo es la primera y la mejor de todas las victorias"

domingo, 16 de noviembre de 2008

La trilogía de la Morcuera

Parte III
16 de noviembre de 2008

Aunque llegue diez minutos antes de la hora, Frenetikow ya está allí, en el restaurante Miratoros con la bici fuera del coche y esperando impaciente.

El día había salido espectacular, ni una sola nube, sin viento y la temperatura, con un grado y medio negativo a las 9 de la mañana, pronto se recuperaría.

En un abrir y cerrar de ojos atravesamos las calles de Soto del Real dirección a la Morcuera. En esta ocasión no había tantos bikers como el fin de semana pasado cuando tuve agradable y diferente compañía hasta la mitad del puerto.

Edu llevaba dos semanas sin montar raptado por una inoportuna bronquitis, por eso preveía que en la subida tendríamos que aflojar para que aguantara bien toda la ascensión hasta llegar a los 1796 metros de altura. Pero este chico no necesita que nadie le espere. Desde el principio él puso el ritmo y quien tenía dificultades para seguirle era yo. Más o menos nos terminamos aguantando mutuamente para culminar la Morcuera después de 1h28 minutos desde los coches, un minutito más que el fin de semana pasado.

Después de la recuperación y la barrita de marras (en el caso de Edu siempre un plátano), tomamos la carretera dirección Canencia, aunque cuando dejamos el asfalto para girar a la derecha nos vimos forzados a parar de nuevo. El momento imponía su estudio: el cielo limpio, la nitidez del perfil de las montañas, las cumbres nevadas, uffff…

La pista que lleva al puerto de Canencia es siempre un disfrute especial. Pica hacia abajo y ofrece unas vistas sensacionales del valle de Lozoya… Pero hay que tener cuidado, un despiste te puede llevar a comerte un árbol o a un senderista.

Sin casi darnos cuenta acariciábamos la pedrolera que baja a la carretera de Bustarviejo. Me pareció de ley enseñarle a mi acompañante el balcón rocoso que mira hacia el valle de Miraflores y los colores ocre de los inmensos robledales mezclados con el verde intenso de los pinares. Aquí los sentidos se pierden por estas vistas maravillosas que te amarran al lugar. Unos buitres negros nos saludan planeando por las corrientes de aire caliente que circulan próximas a nuestra situación..
Aunque nos costó levantar nuestros traseros del calor de la roca sobre la que estábamos disecados, era hora de seguir. Advierto de la peligrosidad del descenso que nos espera si cometes la imprudencia de ir demasiado rápido. ¡Que nos conocemos! Comienzo yo delante. Mi ritmo de bajada es muy tranquilo y a medio descenso me adelanta mi compañero, al que pronto dejaré de ver. Una vez abajo, con los brazos y manos todavía agarrotados por los botes de la bici en los cantos tamaño cráneo que hemos superado, y lamentando no poder bajar del tirón este inevitable tramo, ponemos dirección a Miraflores por la pista que hay al otro lado de la carretera.
En este largo descenso tengo más de un susto por intentar bajar a una velocidad que no me corresponde unido a una gran cantidad de roderas traidoras y al poco agarre de la cubierta delantera (una Maxxis highroller).


Ya en Miraflores, atravesamos el pueblo hacia la Fuente del Cura. El calor apretaba. Edu decide quitarse las mangas de su chaqueta; yo continuar como estaba por una cuestión de pereza. En la fuente cogemos agua y seguimos por la pista que nos deja en el cruce donde si tomas la pista de la izquierda bajas a Soto. Nosotros tomamos la de la derecha para subir de nuevo la Morcuera. En este momento llevábamos 3 horas de pedaleo. Entre los dos nos animamos y ponemos un ritmo alto hasta la barrera. Edu va tirando delante y tras las dos primeras revueltas coge unos 10 o 15 metros de distancia. Yo pienso en conservar que aún queda ascensión y tramos duros. Cuando las rampas se endurecen me acerco a mi compi, luego me pongo delante y sigo con buen pedaleo (entre 9 y 11 kmsh). Veo que aguanto y voy bien aunque me preocupa no oir el sonido de la bici que me debería perseguir. Sigo y no miro para atrás pensando que debería estar cerca. En el desvío hacia la Hoya me paro y espero dos o tres minutos extrañado, y pasado ese tiempo asoma la Trek gris llevando a Edu, y no al revés. Había roto. Vacío y sin gasolina después de dos semanas de inactividad que terminaron pasando su inevitable factura.

Aprovechando la fácil salida hasta Soto decidimos que él se deje caer y vaya empezando a retomar fuerzas con una macrohamurguesa del Julians y, mientras, yo continuaría hasta terminar la Hoya de San Blás, última parte de la ruta que me llevaría alrededor de una hora más.
Y así fue. Continué en solitario con la pena de que mi compañero no hubiera podido terminar la ruta, pero con la alegría de que, de esta forma, la repetiremos otra vez.

Aunque lo más duro ya quedaba atrás, en la parte final hay tres repechos cortos de entre 500 y 1000 metros que a estas alturas de la película hacen un pelín de daño. Y todo por disfrutar otra vez de los dos senderos que nos tienen a todos enamorados (sobre todo el del peligro) y que encierran más peligros de los que nosotros asumimos. Un día se nos queda un hombro pegado a un árbol.

Impresionante ruta con una compañía de 10 y deseos de que los lesionados y los ausentes se reincorporen lo antes posible.
Datos:
68,63 kms
4:34 de pedaleo
1739 de acumulado
15,01 de media
Temp entre -1,5 y 15 grados

Parte II
9 de noviembre de 2008

A la tercera fue la vencida y pude, aunque solo, terminar esta ruta que ya me estaba tocando las cosquillas. Día estupendo en la sierra, aun con algo de frío al comienzo, 0,5ºC a las 9 de la mañana en Soto.

Iba a ser una jornada con multitud de ciclistas en la zona. Con uno de ellos (campeón 88 Mammoth categoría padre-hijo) subí hasta la mitad de Morcuera hablando de todo un poco. Él y un compañero que las estaba pasando canutas iban a hacer la Hoya. Eran del club MTB de Coslada y me contó un buen puñado de anécdotas interesantes.

Pero antes, saliendo de Soto para coger las primeras pistas, una sombra se me avalanza. Nos saludamos. Era un biker vecino del lugar que iba a hacer la ruta que completamos la semana pasada Juanma, Edu y yo, con bajada desde Canencia por carretera, porque el chaval no tenía mucho tiempo. La verdad es que estos primeros tramos me los quería tomar con tranquilidad, pero la presencia de mi compañero ayudó a acelerar la marcha. Nos estuvimos marcando un buen rato hasta que yo giré a la izquierda para subir por el rampón que te deja en la base de la montaña.

Tras llegar al Puerto de la Morcuera y bajar a Canencia (donde había unos ciclistas entrenando a base de series), me dirijo hacia la trialera de Bustarviejo (que poco me gusta este pedregal) para enlazar abajo con la pista que me llevará hasta Miraflores. Una vez pasado el pueblo y por la salida de la Fuente del Cura pedaleo hacia Soto hasta el desvío donde, esta vez, comienzo de nuevo a subir Morcuera (3 horas de ruta hasta este punto) para realizar la Hoya de San Blás entera en 1:30. En esta ocasión me faltaba la frescura de la primera ascensión al puerto, y las rampas finales se hacen interminables.

Bien es cierto que iba con muchas ganas de recorrer los dos senderos de la Hoya, el previo y el del Peligro. Aunque también sabía que la unión entre ambos la hace una pista rompepiernas que evita que cojas una buena velocidad de crucero.

En el primer sendero, que transcurre sin novedad, me paro a mitad de recorrido para contemplar unas vistas alucinantes de la zona; y en el del Peligro, me llevo una par de sustos por la humedad y el verdín que cubría todas las piedras y raíces. Aún así, disfruto con tensión la bajada y también retrato el momento que bien lo merecía.

Una vez en la pista, solo hay que llegar a Soto tras tres o cuatro kms relamiendome por el estupendo día que he pasado en la sierra. Perdón, en el territorio de Sportbilly. Por cierto, compañero, se me ha hecho extremadamente raro hacer la Hoya sin tu presencia a mi lado.
Finalmente salieron 70 kms, 1766 de acumulado en 4:32 de pedaleo.

Seguro que pronto la repetiré.

Parte I
2 de noviembre de 2008

Siempre se dijo que del dicho al hecho hay un buen trecho.


En ciclismo, no sabes porqué, pero cuando una ruta se encasquilla no hay forma de sacarla adelante. Segunda oportunidda en que se nos niega la feliz culminación de la ruta que sale de Soto del Real, sube el Puerto de la Morcuera completo, engancha con el de Canencia para viajar hasta Miraflores por la trialera de Bustarviejo y enganchar, a través de la Fuente del Cura, con el recorrido completo de la Hoya de San Blás. Hoy, el impedimento ha vuelto a ser el frío intenso combinado con una buena nevada en el trasvase de Morcuera a Canencia.

Al final, descenso a Miraflores por carretera y enlace con la pista de la Fuente del Cura. 46 kms y 1100 de acumulado a buen ritmo y con la meteorología en contra. Siempre un placer compañeros. A la tercera va la vencida.


Recorrido:

Soto del Real-Pto de la Morcuera-Pto de Canencia-Pedregal de Canencia-Miraflores-Fuente del Cura-Hoya de San Blás-Soto del Real



7 comentarios:

Eduardo dijo...

¡Que pasa Pablo!, la próxima vez no me puedo perder esta ruta. Ah...y te ha quedado mu`guapo el blog. Un abrazo.

pablo.bk dijo...

Pues atento al finde porque creo que la repito, disfruté como un enano en los senderos. Te eché de meos, compañero.

Esperanza dijo...

Me interesan todas estas rutas. ¿No has pensado poner fotos o mapas de google earth?

Gracias.

pablo.bk dijo...

Hola. Si lo he pensado, pero este blog apenas está naciendo y necesito tiempo y paciencia para hacerme con el dominio de la situación.
Me alegra que te interesen las rutas... Si quieres saber algo en particular de cualquiera de ellas no tienes mas que preguntar.

Juanma dijo...

Pablo, mi más sincera enhorabuena por el blog y las gracias por cada una de las rutas que compartimos!!!!
Otra página que meto en mis favoritos (además de tu picassa!)
Un abrazo grande!

Eduardo dijo...

Gran crónica de una ruta increible, -a pesar del último contratiempo-, ni que decir tiene que habrá que repetirla. Lo más dificil fué no poder acabarla cuando la parte más exigente estaba superada, en fin, la próxima vez será. Un abrazo socio y como siempre un placer!!.

Esperanza dijo...

Este blog va mejorando!!!! A ver si un día me hago la ruta entera y lo cuento yo también. La he hecho (casi) lo que pasa que yo de masoca tengo poco y una vez que he bajado, no repito morcuera ;-))