Lo que aparecía como un fin de semana poco definido en términos ciclistas para despedir un prolífico 2008, dio un giro a última hora y se presentó con siete bikers para marchar desde El Escorial a la Ermita de Navahonda. Este recorrido ya se hizo el último fin de semana del 2007, con lo que podría estar naciendo una bonita tradición.
Los siete susodichos quedamos a las 9:00 de la mañana en la estación de RENFE de El Escorial. Allí nos presentamos puntuales Carrascosa, Chango, Celes, Carpetano, Jimmy, Frenetikow y un servidor para, al poco, comenzar a pedalear con 3 grados y un cielo cubierto pero tranquilo hacia el parque de la Manguilla y la calzada romana, la cual provoca los primeros descabalgamientos de todos los integrantes de la grupeta.
Una vez superado este histórico escollo, pedaleamos hacia Zarzalejo en un ambiente relajado donde Chango saca a relucir sus cualidades como fotógrado y caza las primeras instantáneas en movimiento, siempre un lujo para recrear los recuerdos de las rutas.
Aprovechamos estos primeros kms sin ninguna dificultad para acelerar el ritmo y adentrarnos en el Camino de las Hoyas y sus rápidas pistas, que en un plis nos dejan en la carretera de las antenas de la base aeroespacial de Robledo de Chavela. Estos apéndices de hierro llegan a tener 70 metros de diámetro para no perder detalle de lo que ocurre allá afuera.
Dejamos atrás el complejo de la NASA y giramos hacia la derecha para comenzar a subir a la Ermita de Navahonda, que toma el nombre de un desaparecido poblado medieval y que fue construida a finales del siglo XVI. Proponemos la primera parada porque en este punto las tonterías se han acabado. Comemos barritas y galletas y, por supuesto, hacemos las fotos de rigor, nos miramos las cubiertas que llevamos unos y otros (por si alguien las ha cambiado y tiene que hacer algún comentario positivo o negativo) y charlamos de lo que se nos viene encima.
Y lo que tocaba era subir por unas rampas con unos porcentajes considerables durante 1,5 kms aproximadamente hasta el Collado de la Almenara. Lo peor de la subida lo tenemos al principio, donde una sucesión de rocas, la mayoría de ellas redondeadas, pondrán en dificultad nuestro paso con continuos resbalones y harán muy difícil la permanente estancia de las calas dentro de los pedales, aunque como bien avisa Carpetano “es bastante factible subirlo del tirón” si tienes un pelo de suerte en dos puntos clave; máxime cuando han mejorado-estropeado la ascensión y allanado su firme respecto al año pasado para que las procesiones y romerías no sufran tanto las inclemencias del terreno. Aunque, eso sí, los porcentajes no se los han llevado. Y, en ellos, Frenetikow sigue desenvolviéndose como pez en el agua. Es tremendo lo que le cunde al chico su viaje a tierras griegas.
Del Collado de la Almenara hasta Robledo de Chavela se coge bastante fuelle tras la extenuante ascensión ya que se disfruta de un descenso rapidillo aunque con zonas de bastantes piedras que te hacen ir muy alerta. De todas formas, esta bajada también ha sido “tocada” por los fieles.
El cielo sigue nublado pero no amenaza agua y la temperatura, no muy alta pero sin viento, hace bastante agradable la pedalada. Cruzamos tranquilos Robledo recordando la subidita que nos espera a las afueras del pueblo para llegar al Collado del Fraile. Esta remontada, dividida en dos partes, nos termina de machacar (bueno a algunos, no). La primera, al norte de Zarzalejo, nos obliga a circular por una pista muy rota con porcentajes suaves pero que exige una concentración alta para no perder de vista la trazada buena y evitar así poner pie a tierra. La segunda parte, eleva considerablemente los porcentajes y tiene un firme arenoso y desigual que, además, está agravado por el paso de quads y motoristas que dejan unos surcos muy tramposos para nuestras “finas” cubiertas. Lo único bueno de este tramo es que no es demasiado largo y que, una vez arriba, nos espera la bajada por el Sendero de los Indios, un deleite para el mountain bike y para los ojos por las espectaculares vistas que ofrece de las montañas que rodean El Escorial.
En el Collado del Fraile algunos insinúan alargar la ruta y subir por las Zetas de Abantos, pero son rapidamente acallados por la mayoría del grupo, y como esto es democracia… Algún día tenemos un golpe de estado.
Tras el breve descanso nos vamos en busca de los Indios, siempre detrás de Carpetano, que realizó a la perfección sus funciones de cicerone. Este trecho nos obliga a ir en fila de a uno y con distancia entre las unidades para no tener sustos ya que el sendero en muchas zonas está contraperaltado y nos podría empujar ladera abajo en una tarascada de varios cientos de metros. Además, restos de la nieve caída en las últimas semanas trabajaba a favor de la prudencia.
Tras disfrutar de este trayecto llegamos a las dos barreras que mantienen el ganado en su sitio, pero que nosotros tenemos que saltar para continuar con las emociones del día. Y las que llegaban eran las más fuertes de la ruta. Primero para bajar por un rampón con un 25% de desnivel aunque bastante limpio hasta el bosque de la Herrería, y después para deslizarnos paralelos a la tapia del Castañar por lo que los escurialenses conocen como el sendero o “atajo Saligari”, un descenso espectacular de 1 km aproximadamente con continuas eses y firme copado de hojarasca por el que tienes que intuir el paso a más de 40 kms/h derrapando en las curvas y pasando a cms de muchos de los robles que pueblan el lugar. Impresionante.
De este lugar hasta la estación de Ferrocarril de El Escorial solo quedarán unos minutos de regocijo por el día de bici pasado, sin caídas, pinchazos ni averías (salvando alguna salida de cadena). Llegamos al final de la ruta a las 13:50 con 5 grados de temperatura y mas contentos que unas castañuelas aunque tocados físicamente por la dureza del recorrido, que concentra sus poco más de 1000 metros de desnivel en dos subidas, aunque te lo paga con buenas y variadas bajadas.
Los datos finales que salieron fueron:
48,7 kms
3h22 minutos de pedaleo
14,4 km/h
1020 de desnivel acumulado
Ha sido un placer.
Y como muy tarde que se repita el último finde de 2009.
La Ermita de Navahonda from Carrascosa on Vimeo.
15 comentarios:
Excelente crónica Pablo, tengo grabado en la retina cada momento de la ruta, como bien dices creo que deberíamos convertir esta ruta en tradición y como tal creo que ,la próxima vez, lo mejor sería hacerla dos veces, jeje, que manera de disfrutar con todos y con todo, ya sea subiendo, bajando, comentando la jugada... todo un placer!!
Seria muy bonito que cada año, hicierais dicha ruta, seria una tradicion de la grupeta..
Solo de ver las fotos se me han congelado los dedos, ja ja
Besos
Pues tu si que eres un perfecto Cicerone para tus lectores. Yo que he vivido unos años por la zona y solo he probado asfalto, ya empiezo a conocerme muchos rincones gracias a vuestras crónicas. La de hoy, excelente como todas. Aguardaré al 2009 para seguir disfrutando de las próximas.
Feliz año para tí y para toda la pandilla.
Por mí que no quede... para la próxima.
Cometimos dos errores: el primero no ir a la quedada a las nueve. El segundo, cuando nos planteamos en la tardía salida de las 10.30, ir a vuestro encuentro hacia Robledo para regresar con vosotros por los indios y no fuimos.
En fin...
Buena y perfectamente descrita crónica, Pablo.
muy buena la cronia esta hay que repetirla!!!!
Edu, cuándo dices dos veces,... dices dos veces?, mmm... definitivamente de Grecia te trajiste algún potente virus que te está desgastando la cordura!!!
Clara, no dejes de tenernos informados de tus progresos en la bici que los notarás muy rápido. Suerte en todas las carreras.
Javito, llevamo unos meses esperando impacientes a que termines de sltar al lado oscuro y te hagas con una btt para unirte a las rutas que quieras... Espero que 2009 te ayude a dar el paso hacia delante, serás bien venido!!!
Luis, qué pena que no nos acompañárais... pero ocasiones espero que no nos falten. Qué grandes zonas tenéis por vuestros territorios, cuando no es C Valiente, es el Ingeniero y cuando tocan perfiles mas bajos nos regaláis una por Navahonda... Siempre un espectáculo.
Jorge, la repetiremos, seguro, pero tú antes tienes que repetir Tres Provincias que se que le tienes ganas a ese recorrido...
Un placer, señores.
Así es amigo Pablo, dos veces, por tanto ¡doble disfrute!. El virus griego ese es un bichito que cuando te pica desarrollas una bendita locura que se presenta en distintos síntomas: Necesidad de exprimir las sensaciones producidas por el contacto con la natura y los compañeros a lomos de una bicicleta, necesidad de pedir más al desarrollo físico y mental, necesidad por conocer, saber, disfrutar y compartir.
Benditas endorfinas, bendita locura esta.
Benditas... benditas sean. Tu virus es contagioso y yo ya estoy infectado. Es verdad que nunca quise vacunarme.
Por cierto, que hablando con Juanma de la preparación al Soplao hubo un malentendido en la descripción de la ruta. Yo me refería a dos posibilidades, una es la del año pasado que hicimos con Feria, y otra la del Reventón con salida en Soto.
Juanma pensó que queriamos unir las dos megarutas y hacer una solo, a lo que yo le dije que no, que iban por separado... Pero pensando, pensando y teniendo en cuenta que Jose solo podrá subir un fin de semana, y si las unimos de verdad y hacemos un Soplao en la sierra de Madrid? Que os parece la siguiente ruta.-
Soto-Morcuera-Rascafría-Reventón-Granja San Ildefonso-Valsaín-Cañada Soriana-Pasapán-Emb Espinar-Marichiva-Gayo o Smith-Cotos o Bola del Mundo y Loma del Noruego-Bajada a Rascafría por pista-Morcuera-Soto--- Unos 150 kms... Ala, ahí queda eso...
No seré yo el que diga: esta ruta no es la mía.
Cómo una puñetera paraguaya!!!
Edu, chavalote, vuelvete pa Grecia a ver si encuentras el juicio, que creo que te lo dejaste por esas lejanas tierras.
Pablo, voy a tener que hablar seriamente con tu mujer para que te lleve al médico para que te lo hagan mirar.
Esto no es normal, al final vendo la bici...
¿Alguíen que este cuerdo para salir los findes????
PD: Buena crónica y espero acompañaros en la próxima y lo peor, me liaréis y os acompañaré en la locura... En fin...
Pedazo de crónica!
Sigo atento a vuestras aventuras desde el descanso obligado.
Espero recuperarme pronto para estar a la altura en las escapadas que me marque para Madrid.
Un saludo!
esas 3 provincias para esta primavera!!!!!! que tengo una ganass
aunque se que primero me arrepentire...pero luego no!!
Gran crónica Pablo.
La ruta me gusto muchísimo. Creo que bien merece convertirse en una tradición para todos los fines de año.
P.D.: El video estará muy pronto
Qué curioso Pablo. En las escaleras de esa casa que sale en la primera foto, la de las palomas de marmol a los lados de la puerta, he pasado yo muchas tardes de mi infancia. !qué recuerdos
Qué pasa Pablo, lástima que no podamos poner alguna crónica más a este excelente blog, casi se me olvida esto de montar en bici después de tres semanas sin tocar una rueda, bueno, a ver si nos juntamos en una pronto, un abrazo!
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