A las 9:30 estoy dando las primeras pedaladas que me sacan de El Atazar en un día increíble con un cielo azul intenso y una temperatura de 10 grados. Desciendo por la gran gran pendiente de un kilómetro que me deja a los pies de la pista que sube hasta el Cerro de la Torrecilla. Se pasa de los 995 m de El Atazar hasta los 1.511 m de la cumbre del día. Los kms de ascensión calculo que rondarán los 8 o 9, pero no lo se seguro porque el cuenta se quedó en casa. Este contratiempo me lleva a gestionar las fuerzas por las sensaciones en vez de por el control de las pulsaciones. A ver cómo se da.
Estaba arriba a las 10:30. Como preveía, ni rastro de nieve. La pista está totalmente seca y los regueros laterales fluyen sin mucha agua. Desde la cima continúo por una pista en largo y divertidísimo descenso que culmina en una llanura a los pies de la sierra y donde el árbol más alto mide 30 cms. Ni una sombra hasta la siguiente población: Alpedrete de la Sierra. Esto en marzo se lleva bastante bien, son los primeros calores en bici y se agradecen; en verano rutear por aquí es un verdadero suicidio. He llegado a terminar este recorrido con 43 grados.
En Alpedrete estoy a las 11:18. La mañana transcurre sin novedad. Voy bastante cómodo, tranquilo y rezando para evitar los frecuentes pinchazos en esta zona donde las aristas de pizarra salen traidoras del suelo. En la bajada a Alpedrete pasé a un biker que inició la ruta poco antes que yo y que aprovechó la presencia de una patrulla del Seprona en el lugar para aclarar alguna duda sobre el recorrido de la ruta.
Aunque llevaba el Camel con líquido, aproveché la fuente de esta localidad (todavía sin avispas) para llenar el bidón de agua, ya que el calor comenzaba a apretar. De Alpedrete a El Atazar hay 15 kms de toboganes con mucha frecuencia de pinos y encinas con lo que el transitar por estas pistas se hace bajo el cobijo de las copas de árboles que te protegen del astro Rey. Aquí, más Rey que en otros sitios.
12:09. Me encuentro en la encrucijada donde a la izquierda tengo el rampón de 1 km que lleva a El Atazar, y a la derecha la pista que sube al Cerro de la Torrecilla.
Me digo: “Oye, que hemos venido a hacerla dos veces!!!”. Espero unos minutos al biker que llevaba detrás y aprovecho para comer una barrita. “Ahí baja”. – “Hasta luego”, nos decimos mientras el toma el desvío hacia el pueblo.
Pues pa’rriba. En la primera vuelta había tardado 2:34 incluyendo las dos paradas para evacuar. Vamos a ver cómo se da la segunda. Iniciar el ascenso y salvar los casi 600 metros de acumulado por esta pista casi lunar por segunda vez, se hace duro. La temperatura se ha elevado considerablemente e intuyo que estaré por encima de los 20 grados y sin gota de aire. A media ascensión alcanzo a dos ciclistas que se lo estaban tomando muy, muy tranquilo. Yo no subía deprisa. Plato pequeño y paciencia hasta llegar arriba. Casi al final de la subida unos pinos te plantan su bendita sombra durante dos kms mas o menos. Lo malo es que son los dos peores kms de todo el puerto, con unos porcentajes endiablados.
13:02. Estoy arriba, en la segunda barrera me bajo de mi montura y me estiro un poco. Me parece increíble estar aquí arriba de nuevo. Doy un mordisco a la energía artificial y continúo. Llevo conmigo los síntomas del kilometraje sin paradas: dolor lumbar y cervical. Hay que seguir. Ahora todo es bajada aunque las cervicales me machacan cada vez que elevo la mirada. Y voy sin Ibuprofeno. A aguantar. Es la guerra!
En la bajada a Alpedrete ya no voy tan alegre como en la primera vuelta, casi me voy dejando caer. Y disfrutando de las vistas. “Un deleite para los sentidos”, como diría un buen amigo.
Llego a Alpedrete a las 13:58 y voy directo a la fuente. Agua!!!! Allí me encuentro con un grupo de bikers que se dirigían al Pontón de los Olivos por la pista del Canal.
Llego a Alpedrete a las 13:58 y voy directo a la fuente. Agua!!!! Allí me encuentro con un grupo de bikers que se dirigían al Pontón de los Olivos por la pista del Canal.
Un par de minutos y continúo mi camino. Me quedan 15 kms rompepiernas, pero muy agradables hasta El Atazar. Las fuerzas flojean bastante y lo que es peor, los dolores de espalda son insoportables. La ausencia de descansos pasa su inevitable factura, pero hay que acostumbrarse a ellos, aunque en futuras ocasiones iré con mis antinflamatorios benditos: mano de Santo.
En un plis estoy de nuevo en la encrucijada bajo mi punto de partida. Esta vez sí, giro a la izquierda y termino con el infernal kilómetro de subida que me lleva al punto de partida.
Son las 14:59. Dos horas 50 minutos en esta vuelta. Cinco horas y 24 minutos desde la salida contando paradas (Calculo unos 15 minutos durante todo el recorrido). El acumulado ha sido de 2.200 mts aproximadamente y el kilometraje es de 81 kms (cada vuelta son 42 kms).
Son las 14:59. Dos horas 50 minutos en esta vuelta. Cinco horas y 24 minutos desde la salida contando paradas (Calculo unos 15 minutos durante todo el recorrido). El acumulado ha sido de 2.200 mts aproximadamente y el kilometraje es de 81 kms (cada vuelta son 42 kms).
La prueba ha resultado satisfactoria. Se trataba de hacer la mitad del Soplao en un tiempo que me permita hacer el recorido total de la marcha cántabra en menos de 13 horas (Tiempo invertido en la anterior edición). Y en comenzar a interiorizar el glorioso sufrimiento que allí nos está esperando!
Aún quedan más de dos meses para consolidar esta ilusión, y más de tres para mantener el reto de la Pedals de Foc con vida.
A seguir montando.
-Recién terminada la ruta se te agolpan las recientes sensaciones. Es ahí cuando uno se siente Feliz
-Encrucijada de caminos. El de la derecha es el final de ruta; el que se mete entre las montañas es el que asciende al Cerro de la Torrecilla; y el del medio es el que sube al Atazar.
-El embalse desde un mirador de la carretera. Me paré con el coche a hacer esta foto porque bien se lo merecía el lugar.
5 comentarios:
madre mía! qué medias y en qué zona!
A este paso acabas el Soplao con el sol en lo alto, jejejeje.
Eres Cabezón como pocos!!!! Qué tío.
Me alegro que hayas vuelto a las andadas, o mejor, cicladas para que entre el Feria, Calvin y tú dejéis el pabellón alto de la pandilla en el Soplao.
Enhorabuena por la ruta y espero poder acompañarte pronto para repetirla.
Gran alegria me das compagnero viendo, mas bien leyendo, que sigues en la brecha con mas fuerza que nunca, un fuerte abrazo desde tierras africanas.
Ummm que pasada de vistas, de sensaciones y de relato,. sigue asi Campeon..
Besos
Bonita la zona del embalse, no? vaya paisajes
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