τὸ νικᾶν αὐτὸν αὑτὸν πασῶν νικῶν πρώτη τε καὶ ἀρίστη
"La victoria de uno sobre sí mismo es la primera y la mejor de todas las victorias"

sábado, 13 de agosto de 2011

Por el mal camino. "Las Mulas".

Tras la intensa salida del viernes, y gracias a la invitación de Fernando, el sábado 13 de agosto tenía una cita de lo más apetecible!? con los miembros de la sección de montaña de la UCA (Unión Ciclista de Algeciras). En la quedada estarían mis compañeros habituales Juan Carlos y Alberto, que también pertenecen al club. Para ello había que seguir robándole horas de sueño al cuerpo ya que estos elementos quedan a las 8:00am para evitar en lo posible las horas de más calor y las ulteriores regañinas en casa. Por suerte, su punto de reunión estaba al lado de mi casa algecireña con lo que levantándome con una hora de márgen tuve suficiente para llegar puntual.

Sin saber qué ruta iban a decidir hacer, me presenté en el lugar acordado donde nos juntamos cerca de 15 o 20 ciclistas. ¡¡¡La mañana prometía!!! Hechas las presentaciones, comenzamos a rodar y, mientras pedaleábamos, iba charlando con varios de ellos, especialmente con Salvador, alma mater del grupo, que me fue dando algunas pinceladas de las últimas carreras y aventuras en las que han participado (24Doce, 101, Soplao, Transpyr..., además de un buen número de maratones regionales). Vamos, que estaban en todas. Y mientras me contaba los detalles, yo pensaba que "no estaría mal mudarse para tener a esta gente cerca".

Pronto comenzaron los resoplidos

La ruta elegida fue la clásica de las Corzas con una posible visita a las Antenas. Aunque yo había subido el día anterior no me importó repetir recorrido ya que en esta ocasión el tema iba a ser diferente. Una vez que salimos de la carretera para meternos en la pista de Botafuegos, el grupo se comenzó a estirar. Y claro, las conversaciones se acabaron. La mayoría ya estábamos en modo silencio. Yo por más que miraba la parte delantera de mi bici no veía el dorsal, pero aquello estaba cogiendo un cariz como si nos hubieran soltado con el numerito de marras.

Antonio y Alberto tensando

Tras pasar las primeras cancelas que cierran alguno de los cortijos que hay que atravesar antes de comenzar a subir la pista de Las Corzas, el pelotón quedó dinamitado. Por delante, Alberto poniendo "su" ritmo -este chico solo tiene una velocidad, la máxima. Mi hijo le llamaría Rayo MacQueen-, yo a su rueda y detrás una buena hilera de ciclistas que, al parecer, todavía estaban calentando motores.

Fernando -otro con una sola velocidad, la misma del anterior-, tenía algunos problemas con el cambio e iba dando pistas de su evolución gracias al contínuo clack-clack de sus piñones. De pronto, me pasa una S-Works por mi izquierda "-ahí va mi futura bici", y se coloca delante de Alberto. Era Antonio -una bestia corrupia, como diría mi buen amigo Luis-, que comienza a enfilar la subida sin compasión. Por detrás ya no sabía lo que pasaba ni quien venía, bastante tenía con aguantar la rueda a los dos que me precedían. A un par de kms del mirador comienzo a perderles la rueda y a la vez oigo en una revuelta del camino como se aproxima Fernando que había tenido que pararse a recoger el cuenta. Si es que a ciertas velocidades sale todo volando...
 

Y como el día anterior, esta vez Antonio fue el que aminoró cuando captó mi renuncia. Pero nada, fue engancharlos y otra vez a mil hasta el paso canadiense que marcan los 6 primeros kms de puerto. Y me volví a descolgar. "Madre de dios, como sigáis así me vuelvo a casa en media hora!", le dije al cabecilla de la escaramuza. "No, no, si yo ya he quemado mis cartuchos con este apretón". Ya!

Después de un brevísimo parón para reagrupar gente, en los siete kms finales hasta la cumbre se volvió a las andadas, aunque en esta ocasión solo entramos a machacarnos Alberto, Fernando y yo. En pocos minutos, el núcleo duro de la salida llegó a la cumbre y ahí, aprovechamos para digerir el ácido láctico y comer un poco. Falta hacía.


Como el día había salido espectacular, la subida a las Antenas se iba a disfrutar mucho más que con las nubes del día anterior, o eso es lo que yo pensé. Hasta que las mulas de la grupeta propusieron un camino alternativo del que ya me hablaron Alberto y Juan Carlos en nuestra primera ruta. Se trata de un sendero que coge altitud muy rápidamente por unas zetas que dan paso a un subibaja por la cuerda de la montaña hasta desembocar a un par de kms de las Antenas. Tela intensiva.

Las zetas arregladas

Parecía que esta opción no causó gran entusiasmo en casi nadie. Y me incluyo, ya que se hablaba de zonas técnicas con bastante piedra donde era previsible un paseo con la bici a cuestas. Solo Salvador, Tony y Antonio parecían decididos a coger esta variante. Pero cuando Fernando se enteró de que yo no conocía el "Camino de las Mulas", que así se llama esta gracia, dijo sin darme opción: "-venga, que yo también voy". Y así me liaron estas cuatro mulas por el mal camino.

Antonio y Salvador, vaya pareja!

El resto del grupo quedó en hacer la variante tradicional, que no deja de ser dura, citándomos todos a lo largo de la subida final a las Antenas, ya que, previsiblemente, ellos iban a llegar antes que nosotros. Según comenzamos a subir mis cuatro compañeros se quedaron bastante sorprendidos ante la ausencia de piedras, y es que habían metido maquinaria que hizo que se penara menos en lo técnico, aunque la cantidad de tierra suelta con las paredes al 20% seguían siendo de difícil digestión. "Con un par de tormentas esto queda como una autopista".

Fernando y Tony abriendo Las Mulas

Pero la máquina no había terminado su trabajo, así que todavía quedaban unos tramos finales de bastante sufrimiento y algún descabalgue. Para todos menos para Antonio. Para éste ni había piedras, ni inclinación, ni nada de nada. Debe ser la S-Works, me la tengo que pillar cuanto antes.

Carretera del Cabrito hacia Tarifa

Lo que si es cierto es que "el camino de las Mulas" ofrece unas vistas alucinantes de la sierra del Cabrito, compuesta por una serie de montes que mueren en Tarifa, y desde la cual se tiene una espectacular visión de África en los días de Poniente. La majestuosidad del paisaje me obligaba a sacar fuerzas de no se dónde para ir retratando estas imágenes, porque realmente iba un poco frito.

De izqda a dcha, Quique, Antonio, Fernando, Tony, Alberto, Antonio "Mérida" y Salvador

Cuando salimos al camino que termina de subir a las Antenas nos encontramos con varios elementos del grupo que había preferido omitir la aventura por las Mulas, y de ese encuentro salieron estas dos fotos. Una pena que Juan Carlos no estuviera por allí ya que realmente ha sido él quien me ha permitido conocer a esta banda de animales con los que disfruté como un enano.

El retrato con parte de la maquinaria algecireña

Aquí se decidió que dada la premura con el tiempo no llegaríamos hasta las Antenas, y comenzamos la vuelta, no sin antes avituallarnos de agua en una fuente escondida en medio del monte que yo ignoraba por completo. Allí volvimos a retomar el contacto con el grueso del grupo, incluído el propio Juan Carlos.

En el regreso pusimos proa a Algeciras por la carretera nacional del puerto del Bujeo, y por orden de prisa salimos primero Antonio, Salvador, Alberto, Juan Carlos y yo mismo con una desaforada bajada a base de relevos que nos puso a cada mochuelo en su nido en tiempo récord. Para que luego digan en casa que nos entretenemos con cualquier cosa...

Me despedí de todos ellos menos de Juan Carlos, que perdió rueda en el puerto y se quedó descolgado. Me quedó mal sabor de boca ya que no pude darle el abrazo que se merecía por organizarme unas vacaciones en lo ciclista que nunca hubiera podido soñar. Llevé la bici a Algeciras para cogerla dos o tres veces y me fui de allí con casi una decena de salidas.

Espero poder coincidir con esta gente en futuros veranos para que me sigan enseñando rincones de su fabulosa geografía a la vez que me sacan los higadillos y, desde luego, estaré muy atento a sus proyectos ya que pudiera ser que me añada a alguno, aunque me lleven por el mal camino.

3 comentarios:

jcXC , Erase and Rewind dijo...

Bueno se me hace raro ver las rutas que hago "tercera persona", está muy chulo y he devorado todos los capítulos.
En cuanto a la ruta después de la separación, me dejé caer hasta la cola yenía muy claro que ibas detrás y esperé hasta otro grupo distinto porque no se como te convencieron estos de hacer las mulas ¿¿?? ya que tenias muy claro que no subias.
Luego subiendo las antenas pinché y amablemente me acompañaron 3 o 4 miembros de la UCA a ayudarme y cuando seguimos, ya bajabais ( menos mal )
La salida desde Pelayo abajo indica como andan estos. Fui detras y beber un trago y sacarme 10 metros que pensé que sería facil enlazar ... 40, 45 , 50 kmh y cada vez os ibais metro a metro , imposible para 70 kilillos en solitario!!!!! Esperé a Quique y Toni y me llevaron a la misma velocidad echando las tripas.
Se hizo tarde y como te dije date por abrazado.
Como te he dicho desde entonces ni he lavado la bici.

jcXC , Erase and Rewind dijo...

Por cierto, se me ha pasado mencionar el porqué del nombre de "las mulas".
Fue el medio que tuvieron que usar los militares para transporte de material a unas instalaciones que hay arriba.

Pablo R. dijo...

Excelente crónica de una buena ruta.
Saludos.