τὸ νικᾶν αὐτὸν αὑτὸν πασῶν νικῶν πρώτη τε καὶ ἀρίστη
"La victoria de uno sobre sí mismo es la primera y la mejor de todas las victorias"

miércoles, 6 de mayo de 2009

Zetas de la Pedriza: Retos, dudas y soluciones para el Soplao

Esta ruta la tenía entre ceja y ceja desde hace varias semanas, pero el inclemente invierno había cerrado el Parque Regional de La Pedriza para los usuarios de sus pistas.

Hoy es el día. La orografía de la Pedriza es ideal para comprobar algunas cuestiones sobre las que tengo algunas dudas de cara a los 10000 del Soplao de este año. Y de paso, puedo comprobar mi estado de forma con una cronoescalada de casi 16 kms y cerca de 900 metros de desnivel acumulado (muy parecido a Cruz de Fuentes –el puerto rey del Soplao-).

Después de comerme un buen atasco mañanero en la M40 (me pregunto a dónde irá tanta gente un miércoles tan temprano…), llego al parking situado a las afueras del Parque de La Pedriza. El día, absolutamente veraniego, me presenta credenciales con un cielo azul intenso y 18 grados a las 10:30. Así da gusto!
A las 10:51, y tras estirar un poco más de lo normal, me pongo en marcha. La idea es cronometrar la ascensión al Collado de los Pastores y compararla con el tiempo que hice en septiembre del año pasado, momento en el que me encontraba bastante bien. Es una subida larga, con más de 15 kms de pendiente ininterrumpida, solo con un pequeño descanso en mitad del puerto.

Pienso en tirar desde el principio aunque la salida en frío hace bastante pupa y a mí, además, me cuesta coger el ritmo. Tengo el dudoso propósito de no bajar al plato pequeño en toda la subida e intentar esquivar los dos o tres piñones más grandes.

A la media hora llego a la encrucijada de pistas por donde una viene del parking de Canto Cochino. Un pequeño flato inquieta el pedaleo y por ello intento respirar regularmente. Ahora llegan rampas más duras, cercanas al 15%, las solvento, y continúo subiendo.

La pista da un respiro alrededor del km 10 y se suaviza bastante. Tanto que hay momentos que no hay plano inclinado. Es el momento de meter el plato y bajar todos los piñones. A velocidades de 30 km/h los momentos dulces pasan deprisa y la situación pronto se vuelve a endurecer. Llevo 47 minutos penando y acabo de dejar las antenas a mi izquierda. “No las tengo todas conmigo”. “Creo que voy rápido y constante”, pienso, pero el tiempo también pasa que se las pela.

Me queda afrontar la última zeta, la más larga de todas. Parece que termina pero no termina nunca. El giro no llega y el tiempo sigue pasando. Me parece que no finalizo antes del tiempo de septiembre.

Ahí está el giro, ufff, por fín. Solo queda uno más a la derecha y 200 metros hasta el Collado. Aprieto los dientes intentando, como en toda la subida, que las pulsaciones no se me disparen más allá de 160.

Conseguido. 1:06:14, seis minutos menos que hace siete meses con una media de 14 km/h. Mucho menos de lo que esperaba, la verdad; con un minuto menos que entonces me hubiera conformado. Me bajo de la bici muy satisfecho y pienso que el entrenamiento empieza a rendir sus frutos. Eso sí, no se si seré capaz de repetir tamaño esfuerzo. Más allá del tiempo empleado, también me interesaba saber cómo dosificaría el bidón de agua durante esta prueba, ya que era el único líquido que hoy llevaba. Y también respondió positivamente.

Ahora me dirijo hacia el Comedero de Buitres, pero ya menos alborotado. Me encuentro a unos forestales talando árboles y quemando ramas. Disfruto un poco más de ese paisaje espectacular de esta zona que ve nacer al Manzanares entre sus rocas. Por cierto que es un gozada observar cientos de pequeñas cascadas cristalinas fluir desde lo alto de las montañas, beber de ellas y refrescar el sudoroso y sufridor pescuezo. El Manzanares, por su parte, bajaba potente, con fuerza, con las ganas que dan las nieves que casi han desparecido ya de las cumbres pero que han llenado de vida toda la sierra de Madrid.

En el Comedero giro a la izquierda para coger la pista que sube a la Nava. Empiezo a subir tranquilo y voy incrementando el ritmo paulatinamente. Me cruzo casi arriba con un senderista que ya bajaba desde los casi 2000 metros de La Nava. Utilizo la misma secuencia de marchas que en la subida al Collado de los Pastores y culmino los 5,5 kms y casi 400 metros de desnivel en 32:02. Arriba, y sin poner pie a tierra inicio la bajada que me llevará de nuevo al Comedero de Buitres. En la bajada me cruzo con un biker que sube y al que levanto la mano dándole ánimos.

Termino el descenso, bebo un poco, como una barrita y ala! pa`rriba de nuevo. Esta vez quiero ser más regular, empezar más fuerte y mantener las 150-155 pulsaciones. En la subida veo de nuevo al biker que un rato antes subía y que al verme otra vez debió pensar “Pobre, se le habrá olvidado algo arriba”. En la segunda parte de la subida empiezo a notar el cansancio y las piernas bastante cargadas. Llego arriba en 31:10. Y esta vez ya si, descabalgo de mi atormentada montura y me tiro en una piedra a observar el horizonte infinito.


Y aquí las dudas han terminado. 38 kms. Desde fuera del Parque hasta La Nava, bajar al Comedero y volver a subir a La Nava administrando un bidón de líquido es posible. Pienso que en el Soplao si bebo cada veinte minutos- media hora (que es lo recomendable) el bidón aguanta sin vaciarse entre avituallamientos. Bien es verdad que si el día sale muy caluroso habrá que hacerse con un segundo recipiente por si las moscas.


Otra de las dudas que tenía era la capacidad de los tres bolsillos de un maillot. Y hoy los he llenado con una cámara de fotos y el móvil (en bolsillo izquierdo); una cámara embalada en su caja y una funda con multiherramientas, bombona de CO2 y su adaptador (en el central); y dos barritas, llaves del coche y bote de aceite (en el derecho).

Conclusión: Al Soplao iré sin mochila (el año pasado me destrozó la espalda), con bolsa bajo sillín, los bolsillos del maillot apretados y con un bidón en la bici.

La bajada desde La Nava hasta el coche me la tomo tranquila y evitando en la medida de lo posible los típicos “sustitos”. Una inoportuna caída que eche al traste todas las ilusiones de tantos meses no sería de recibo. El firme de la pista desde el Comedero de Buitres, muy arreglado, es casi una alfombra roja sin apenas obstáculos. El descenso desde La Nava, en cambio, sigue en su estado original, bastantes piedras sueltas y mucha arenilla seca que te puede deslizar contra un árbol o al vacío en cualquier descuido.

Ya en la carretera y a punto de terminar el mini puerto que te saca del Parque un coche me pide paso. Le digo que no me adelante porque en la bajada seré más rápido que él. El conductor atendió a razones y no puso pegas.

Ya en el coche contemplo los datos de la ruta donde lo más destacable son los 60 kms finales y 1800 de desnivel acumulado, además de las buenas sensaciones con las que me marcho a casa, máxime cuando este esfuerzo viene inmediatamente detrás de otro de 83 kms en una ruta de asfalto. Esto es un no parar!!!

Espero que tras el Soplao todo vuelva a la normalidad, ciclísticamente hablando, y restablezca el disfrute de una forma más sosegada que ésta, la cual ahora me tiene absolutamente enganchado, imbuído y obsesionado.

Ansia viva.

5 comentarios:

Jose Feria dijo...

Pero que animalito estás hecho!
Miedo me das! después de 83km de carretera...te metes las zetas completitas....estas en plena forma eh?

Bueno, yo llevo menos km que tú, a día de hoy y desde enero 2070km...así que espero ser capaz de seguirte al menos hasta el km 90 :P

Hoy han caído 96 de carretera, en 3 horas y 15 min, con repechos cortos de 2 o 3 km al 8% sin descanso...
Mañana a descansar :D

Un abrazo y sigue así, que ya te usaré para el rebufo...jejeje

pablo.bk dijo...

Ya sabes que a ti te cunde el entrenamiento como a nadie. Tú si que das miedo, sigues en tu línea destrozabikers!!!.
Firmo ahora mismo poder seguirte hasta el km 90 como el año pasado, jajaja, y luego en Cruz de Fuentes que cada uno se las apañe como pueda, jajaja.
Que ganas!

Asier dijo...

Yo este año tambien voy al soplao, nunca he hecho tanto kms asi que a ver como me las apaño.

Clara dijo...

Madre mia estas fino fino, no ay quien te pare..que tiemble el soplao

Anónimo dijo...

Hola Pablo, yo también suelo entrenar en las zetas y realicé 2 años ya los 10.000 del soplao.
Con el entrenamiento y tiempos que realizas no tienes problemas en realizar la prueba, eso sí a nivel de disfrutar que es muy larga.
Un saludo!!