Cubiertos con mayor o menor éxito estos retos, a partir de ahora, llega el tiempo de las salidas sin otro fin que empaparse de lo que a uno le rodea, sin prisas, tirando de cámara de fotos para inmortalizar los recuerdos que te ofrece la naturaleza; las montañas, los valles, ríos y senderos por los que transcurre la ruta elegida. En el cambio está la virtud. Y es que para intoxicarse de nuevo, primero hay que desintoxicarse.
Este fin de semana me apetecía volver a repasar la zona de la Fuenfría, Cotos y el Río Moros, espacios sombríos al cobijo de los rayos del sol que tan duro pegan en esta época. Es una apuesta segura.
Después de salir desde la Estación de Renfe de Cercedilla sobre las 9:15, pongo rumbo hacia el agradecido Puerto de la Fuenfría. Ya arriba, hay innumerables posibilidades para escoger. Hoy tocaba bajar hacia las Siete Revueltas por el Carril del Gallo.
Bajando el carril del Gallo sientes la sierra como propia. Ni un alma. Ni un ruido. Los inmensos pinos te protegen del sol y dan lugar a una superficie húmeda donde los bosques de helechos son los protagonistas.
El disfrute de esta bajada creo que tiene pocas comparaciones. Se trata de uno de los senderos más auténticos de toda la Sierra de Guadarrama. Ciclable al 100%, solo tiene un par de pasos donde la pericia debe ser elevada, y como no es mi caso, lo que se eleva bastante es el nivel de estress.
A media bajada, las estrecheces del sendero y la opresión del bosque dan paso a una preciosa esplanada que sirve como balcón hacia Valsaín. Es la pradera de Navalazor. No se puede pasar por este lugar sin asomarse a las vistas que ofrece. Espectaculares.
Por un lado, las vistas; por otro, la continuación del Carril del Gallo. Un dilema de difícil solución.
Dejadas atrás las revueltas de la carretera que sube al Puerto de Navacerrada, y tras un par de kms por el GR 10 que conecta con el pueblo de La Granja, toca elevarse hacia Cotos por el Camino Viejo del Paular en una bifurcación que sale a la derecha. Se avecinan rampas…
11 y pico de la mañana. El sol ya calienta lo suyo. La penitencia hacia Cotos, que no llega a 4 kms, es de las que castigan las piernas como quieras subir demasiado rápido. En el desvío puse el crono para motivar un poco a las pulsaciones.
Nueva cámara subjetiva en la bici. En vez de pensar en las rampas del 15, 17 y 20%, me dio por hacer tonterías con la cámara de fotos. Así las piernas se quejaban menos. Ya en la parte alta, el barrizal que había formado en el cauce del arroyo me hace descabalgar y buscar el sendero que marcha paralelo al fangal. Al final culmino en 24 minutos. Ya está bien para 4 kms, verdad?
El árbol de la Fuente de Cotos o “Cima Calvi” en honor de nuestro amigo Víctor. Desde este punto de la ruta, más o menos, se acaban las penalidades de este recorrido. Lo siguiente será rodar 8 kms por carretera hacia el Puerto de Navacerrada, y desde allí enlazar con el Camino Smidt que me llevará hasta el alto de la Fuenfría de nuevo. Así se acaba el primer bucle de la ruta, un delicioso paseo por los valles de la Fuenfría y Valsaín.
Párrafo aparte merece la ya mal denominada Senda Smidt, convertida en un caminito para que el uso del tacón y el traje de domingo no se vean afectados por una raíz mal puesta o una roca asesina. Aún así, para el ciclista sigue siendo divertido el paso, lo que no me esperaba era encontrar a jinetes y caballos haciendo la conexión entre Navacerrada y la Fuenfría. Así estamos. Pronto veremos una terracita con sombrillas en el Pico Tres Provincias.
Dejada atrás la Fuenfría y bajado Marichiva, cojo la pista de la derecha para bordear el Embalse del Espinar y bajar hacia el valle del Río Moros.
El Embalse del Espinar nos deleita con sus aguas y, a estas alturas del verano, puede ser una tentación demasiado poderosa como para decir: “NO”.
El reflejo del calor y la acumulación de kms.
Una paradita más en la valla que nos detiene camino de los Leones.
Superados los dos kms de ascensión que separan el final de la pista con el alto de los Leones, solo queda deslizarse por la carretera km y pico más para enlazar con la senda del Arcipreste, y pocos minutos después entrar en Cercedilla para acabar con la ruta sobre las 13:50 y a casi 35ºC.
Perfil de la ruta, tras 70 kms y 1500 de dap.
7 comentarios:
Vaya rutas que te marcas!!!
Que sigas disfrutando con la bici... y con la familia.
¡Feliz verano!
Preciosa esa parte de la sierra madrileña Pablo, viendo las fotos me vienen a la memoria imborrables recuerdos de mi paso por los madriles, aunque por aquel entonces lo de la bici no pasaba ni por mi imaginación, algún día pedalearemos juntos, pero te recuerdo que en mtb soy muy malo.
Feliz verano fiera un abrazo.
Gran crónica para una excelente ruta. Compañero me alegro de que sigas disfrutando así de nuestra querida sierra.
Un abrazo y felices vacaciones!!
Eduardo.
La ruta más fresca para el verano en Madrid. Aunque el regreso por la solana del Arcipreste sea un poco calurosa pero no hay otra opción.
¿Y hacerla en sentido contrario? Menuda risa debe dar subir el Carril del Gallo.
Luis
Que pinta de superclasica no??
Creo que este Domingo nos vamos a aventuras a rodar por estas zonas, te pediria el track de esta ruta pero me parece excesiva en kms para nosotros, he visto por wikiloc uno de los tres valles que se repita bastante y que ronda los 45-50...no se como lo veras tu.
Un saludo
Efectivamente, un clásico que nunca se cansa uno de hacer. Para reducir kilómetros podéis hacer Cercedilla-Fuenfría-Gallo-Cotos-Alto de Navacerrada-Calvario-Cercedilla. Salen unos 45-50 kms...
un pedazzo blog
juarnaxc.blogspot.com
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