τὸ νικᾶν αὐτὸν αὑτὸν πασῶν νικῶν πρώτη τε καὶ ἀρίστη
"La victoria de uno sobre sí mismo es la primera y la mejor de todas las victorias"

domingo, 21 de agosto de 2011

Tres Provincias 5.0

Qué barbaridad, cómo pasa el tiempo!!! Hace ya casi cuatro años de aquella primera excursión al Pico Tres Provincias o Cebollera Vieja (alt. 2129 mts) donde todos los integrantes de aquella ruta quedamos marcados de alguna forma por esta colosal montaña. Algunos incluso dimitieron para siempre en esto de dar pedales. No fue mi caso. En aquellos momentos, donde yo apenas llevaba unos meses encima de la bici, pude comprobar cómo de duras pueden ser algunas zonas de nuestra sierra, y cuántas opciones te regala la montaña para acortar o alargar los días en que decides visitarla.

Desde entonces ha llovido mucho, pero yo intento volver al menos una vez al año a Montejo de la Sierra para realizar la visita a Tres Provincias, punto más septentrional de la Comunidad de Madrid. Al principio me conformaba con realizar el mismo recorrido que en aquel octubre de 2007, pero al pasar los años fui investigando nuevas opciones que alargaban aquella versión hasta llegar a la que completé este pasado domingo. Es la revisión 5.0 de esta ruta.


Después de mi regreso de las playas y montes gaditanos me apetecía rendir pleitesía al coloso madrileño. Bueno, madrileño, segoviano y guadalajareño, que por eso se llama Tres Provincias, y recorrer y sudar el cordal que antecede al Pico desde la pista que baja del Collado del Mosquito. En esta ocasión iba a añadir un sector más a esta ruta: el camino que une el Pto del Cardoso con el Pto de la Hiruela, para desde allí bajar por carretera a Montejo de la Sierra. En total 12 kms y unos 200 metros de desnivel más, que unido a lo anterior seguro que me iban a dejar satisfecho.

Se habrá enterado que tuve una aventura con la Flash???

Salí de casa prontito y según me acercaba a la sierra el cielo se iba poniendo de un gris negruzco preocupante. Y aunque me llegó a caer alguna gota mientras me acercaba con el coche al punto de salida, el día se fue arreglando a medida que pasaron las horas. Todo terminó con temperaturas suaves y nubes altas que matizaban los rayos del sol y que favorecían darse una pequeña paliza por estas sierras del sistema central, muy próximas a los montes de Ayllón.


Dejé atrás Montejo de la Sierra pasadas las 9:30 de la mañana, lo cual también implicó un potente madrugón, ya que en coche se tarda una hora hasta la zona. Desde Montejo al Pto del Cardoso, como siempre, pasé por el rancho que hay a las afueras del pueblo para iniciar los caminos que van calentándote las piernas con subibajas potentes hasta la carretera que se dirige a Cardoso de la Sierra. Allí cogí agua en la fuente y giré hacia la pista que me acercó a las primeras rampas del Collado del Mosquito, un puerto de 10,7 kms y 500 metros de desnivel que se puede hacer a plato sin sufrir demasiado. Durante la subida uno se deleita con el espectácular hayedo de Montejo, del cual dice la leyenda que está habitado con duendes y hadas que engatusan a los visitantes para convertirlos en lagartijas y petirrojos. Cualquier día me pasa.

Espectaculares vistas desde el Collado del Mosquito

Alcanzado el Collado en poco más de 40 minutos, sale un carril a la derecha que se dirige hacia Tres Provincias, pero yo prefiero bajar por la pista que hay al otro lado del paso canadiense para comenzar a subir desde unos kms más abajo. Todo sea por hacer más kms y por subir a Tres Provincias desde la altitud más baja posible.


 Una vez que me desvié para empezar la ascensión me dieron unas palpitaciones tremendas ante la visión que tuve del camino. "¿Pero, qué ha pasado aquí?". El pequeño sendero que te eleva hacia el cordal y que cada año estaba más cerrado por la maleza, se había transformado en una pista ancha perfectamente alisada. Demencial. Una pena haber perdido la sensación donde las plantas te acarician las piernas mientras buscas la mejor trazada a la vez que miras detrás de los arbustos con el rabillo del ojo.

Fui ganando metros rapidamente hasta que desemboqué en el ramal donde se junta el camino que sube del Collado del Mosquito. Allí, giré a la izquierda. Comenzaba el duro cresteo por estas montañas hasta Tres Provincias. Las máquinas también habían entrado hasta aquí... Incomprensible.

La autopista hacia Tres Provincias

El tránsito por la cuerda de la montaña sin las piedras originales que ponían contínuas zancadillas a tu equilibrio se ha convertido en un rodar llevadero y eso sí, la parte de la rampa central que alcanza el 27% y que con las piedras me hacía desmontar siempre, esta vez lo pude pasar sin mayor problema. Para ello me ayudaron los recuerdos de la subida a Las Mulas en los Alcornocales, en cierta manera parecida a esta.


 Lo único que tuve que sortear en estos más de 9 kms de cresteo fueron unas vacas y sus terneros, que me miraban desconfiadas al pasar. Es una zona donde es fácil encontrarse todo tipo de alimañas, incluídos lobos. Por eso es muy tranquilizador comprobar como las posibles presas de los Canis Lupus pasean a sus anchas por estos montes.


Superado todo el cresteo, la llegada al monolito del Pico Tres Provincias es realmente revitalizador. Después de 32 kms desde Montejo de la Sierra, algo más de 1000 ac+ y 2h20 minutos de bici se alcanza esta grandiosa atalaya desde donde se divisa cualquier cosa por lejana que se encuentre.

El monolito de Tres Provincias, uno de los lugares más mágicos de todo el Sistema Central

La salida del lugar hacia Somosierra tiene su miga. Ahí las máquinas no han tenido cojones de entrar. Se desciende por un camino destrozado lleno de piedras de todos los tamaños y con bastante pendiente donde, además, las lluvias han abierto un importante canalón de un metro de profundidad en el lateral de la bajada. Con bastante concentración, un patoso como yo puede salvar esta trampa, pero cualquier despiste y te ves volando por las orejas.

Aquí volví a encontrarme con un buen rebaño vacuno y una manada de caballos con algunos potrillos que, salvajes o domésticos, son un puro espectáculo cuando se ponen a cabalgar.


Alcanzado el punto donde ya se divisa la Nacional I Madrid-Burgos y el final de la Horizontal que une los puertos de Somosierra y Navafría, volví a recordar algunos fantasmas del pasado. La última vez que me caí de la bici con resultado de huesos rotos fue en este lugar. Aquellas dos costillas fracturadas me sirvieron para enterarme de una vez que no llevo el gen del descenso en mi ADN.

Superada la cancela que cierra la pista de Peña Lobo, se accede a otro sendero que ha perdido también su denominación de origen por el de autopista. Era una parte de la ruta que se disfrutaba mucho, ya que con sus zonas más o menos técnicas y sus revueltas entrelazadas te daban algún gramo de adrenalina que ahora es imposible conseguir. Toda la bajada al Chorro de Somosierra también ha quedado apta para los domingueros, sus todoterrenos y los tacones de sus señoras.

En Somosierra, paré en el pequeño Super que hay pasada la gasolinera para beber algo. Eran las 12:30 y aproveché la presencia de dos lugareños para preguntar el porqué de la entrada de las máquinas por todo el monte. "Ni idea". Pues si ellos no lo saben que viven todo el año allí... Cualquier día nos encontramos unos bloques con campo de golf y piscina climatizada encima del monolito.


Hasta Somosierra habían transcurrido unos 45 kms, asi que me quedaba trabajo todavía por delante. Primero tenía la subida desde Somosierra al Collado Gamonoso, punto donde hay una escapatoria hacia Horcajuelo de la Sierra que cogíamos en las primeras rutas por la zona; y después enlazar con la pista que baja desde el Collado del Mosquito para subir otra vez este puerto por su vertiente norte.


Llevaba ya más de 3 horas por el monte y no me había encontrado nada vivo que no fuera animal o vegetal. Es otra de las cosas que me entusiasman de esta zona, la poca proliferación de personas dado sus difíciles accesos desde las poblaciones más cercanas.


A las dos de la tarde estaba de nuevo en el Collado del Mosquito listo para bajar este puerto hacia el del Cardoso y comenzar el nuevo sector que iba a añadir a la ruta. Se trata de un camino que se esconde entre un impresionante robledal y comienza a ganar altura hasta situarse en un punto donde ofrece unas espectaculares vistas al valle donde quedan enclavados Montejo de la Sierra, Prádena del Rincón y Horcajuelo de la Sierra. Esta opción me la descubrió Eduardo hace un par de años cuando hicimos la ruta de Peña Cuervo y el Cerro Porrejón.


Una vez alcancé el Puerto de la Hiruela, la ruta estaba acabada, lo que quedaba era dejarse caer hacia Montejo de la Sierra por una carretera desierta con buen firme que sirvió para destensar las piernas y recordar las imágenes que me había dejado el recorrido de hoy en la retina. Y es que las casi 5 horas que tardé en salvar los 84 kms y 2100 de desnivel positivo dan para rellenar un álbum entero.

Por otra parte todo este disfrute en el monte me ha venido de perillas para preparar la MadridExtrema del 4 de septiembre, prueba que pertenece al circuíto del Open de España de maratón y que a la vez será el Campeonato de Madrid de la especialidad, donde parece que el recorrido será de lo más exigente. Así ya voy curtido.

Puerto de la Hiruela y final de ruta

Pero antes de esta carrera, lo que toca es disfrutar de otra semana de costa y playa, esta vez por Santander. A ver si consigo los permisos para llevarme la bici y así rodar un poco por las carreteras de la región con el fresquito garantizado.

6 comentarios:

Pablo R. dijo...

Suerte en la MadridExtrema, estaré atento a tu crónica, pero veo que los deberes van muy bien hechos.

He leído también la crónica de tu primera subida a las 3 provincias (Colores del Montejo. Opción 3), y además de divertida sirve para apreciar la evolución en la forma física y en el concepto de mtb (siempre la ruta un poquito más larga y un poquito más dura).

Saludos.

Anónimo dijo...

Pablo, menos mal que después de la Salzka ibas a descansar un poco de la bici... vaya mes de agosto!

A ver si nos vemos por alguna de las marchas de otoño.

Un abrazo y a seguir dándole.

Nacho

Álvaro dijo...

Te vas a tener que buscar un fotógrafo, esas fotos laterales... jeje. Yo aún no lo he subido, pero tengo unas ganas tremendas.

Saludos.

pablo.bk dijo...

Efectivamente Pablo, aquella ruta de Colores de Montejo fue una de las más duras que he hecho nunca para el nivel físico que tenía entonces. Pero también fue una de las más divertidas y la crónica de Bruna la más ocurrente que he leído nunca. De crack!

Nacho, hombre, después de la Salzka estuve una semana sin tocar la bici... más descanso es perjudicial, jajaja... que luego viene Feria y me pasa por encima...

Álvaro, no te arrepentirás de hacer esta ruta en cualquiera de sus opciones. El Pico arriba engancha, y ahora ya no se pena tanto para llegar al monolito. En cuanto a las fotos, hay veces que es difícil atinar...

Ada Xinxó dijo...

jolin, más vacaciones... mmmmm.... bueno va te dejo porque seguro que las crónicas valen la pena! Dices que la temperatura fue agradable pero a mi la fotos me transmiten calor! Por cierto, qué sabes de Eduardo? hace meses que no actualiza su blog...
Lo de las máquinas estas que hacen autopistas por el monte mejor no hablamos que me pongo de los nervios

brunaita dijo...

No te vale la opción 3 que tienes que incluir una opción 5???? jejejeje
Curioso como pasa el tiempo y lo que antes era una ruta de una dureza extrema, ahora incluso la metes un poco más de caña para que no te sepa a poco (eso algunos, porque yo voy para atrás como los cangrejos jajajaj)
La verdad es que el 3 Provincias marcó mucho y será para mi una de las rutas que siempre recordaré, por todo, por la gente, por su dureza, por sus vistas, por como lo pase...y esta bien ver que la rindes homenaje, aunque ahora la hagas un "pelín" más dura
Un abrazo,