Como parece que últimamente va de tríos, no quisimos ser menos en esta ocasión: El sábado, 3 de mayo, Juanma (Sportbilly), Edu (Frenetikow) y yo mismo nos citamos en Montejo de la Sierra, allá por el km 82 de la NI que une Madrid con Burgos. La mañana había salido perfecta, sin nubes, sin aire, 14º… y un entorno de lo más colorista.

El trío se quedó pues en pareja, y ésta decide comenzar a andar ya. El reloj marcaba las 10.05 y la ruta es de las que se las trae. Desde Montejo hasta la pista que sube al collado del Mosquito hay un buen trecho, y hasta su cumbre son unos 17 kms sin descanso que hacemos con buena charla y sin forzar el ritmo ya que el plato fuerte hoy era otro. Durante la ascensión se comienzan a posicionar nubes altas que mitigan los rayos solares. “Casi mejor”, pensamos. Esta ruta con exceso de calor puede ser un calvario. Tras un portón que nos abren unos ganaderos, nos observan inquietas algunas vacas y “toros!!!”, “Muuuuuuuuu”, dice uno. Tira, Juanma, tira que nos está avisando. La subida, en su parte final se hace pesada y sólo el bello paisaje que nos rodea, lleno de pinadas y hayedos, collados y montañas, nos aligera esa sensación. “Mira, aquí paramos con Jesús y Kiko la primera vez”, recordamos al pasar por un punto determinado.
Ya arriba, tras culminar el Collado del Mosquito en 1h30 desde los coches y comernos la primera barrita, una mirada hacia el norte nos trae pensamientos pesimistas y barruntamos acortar la ruta. Algunas nubes se acercaban empujadas por un viento que comenzaba a soplar fuerte. Teníamos la casi seguridad de que aquellos nubarrones no iban a descargar agua, pero el viento subiendo Tres Provincias es un nefasto compañero.
“Qué hacemos”, nos preguntamos. Yo estaba decidido a hacer la ruta prevista, y Juanma demostró pronto que también. Esos pequeños titubeos son parte de la incertidumbre que conlleva una ruta de estas características.

Segunda pared, comenzamos a subirla mientras recordamos las penurias de hace unos meses. “Cuántos piñones te guardas?”, le pregunto a Juanma. “Uno”, me dice; “Pero tu llevas un 32”, le digo. En este terreno los 34 se agradecen. Y se exprimen. “Yo, todavía me guardaba 2 piñones, aunque pronto echaría mano de ellos.
La cadencia de subida es lenta, 4, 5, o 6 kms/h en las partes duras del 22 o 23%. Si bien en este lugar hay algo peor que la pendiente: el suelo, una trampa esponjosa que succiona las ruedas de las bicis hacia el centro de la tierra.

El viento había bajado su intensidad, y aunque sin sol, allí nos tumbamos a descansar nuestras doloridas piernas. Tres horas habían pasado desde la salida de Montejo, tres horas en las que habíamos recorrido 34 kms de pura y dura subida a una media de 10,4 y con un desnivel positivo de 1400 metros. Como agradecimiento, allí estaba la meseta norte saludándonos desde su poderosa inmensidad. En sitios así es donde uno se da cuenta de lo insignificantes que somos. Y allí, a vista de pájaro, casi llegamos a imaginar las cumbres del Soplao.

En el Chorro, y ante la mirada atónita de paseantes, paramos para hacer alguna foto al salto de agua que, por cierto, escupía un buen caudal. Seguimos la ruta. Abajo la temperatura es ideal, unos 22ºC y sin sol. Todo perfecto para, una vez atravesado Somosierra, comenzar a subir los caminos de Dios por los que Negris nos venera todos los días. Es la última ascensión de la ruta, pero es pesada, con un desnivel de unos 250 o 300 metros en no más de siete-ocho kms. Se pena en esta subida, la verdad, aunque creo que esta vez la hemos hecho más ágiles que en anteriores ocasiones.

Abajo y tras cruzar Horcajuelo, hacemos el tramo de carretera que nos deja en Montejo sin novedad y satisfechos por el deber cumplido, aunque tristes por la baja de Edu a última hora y recuerdos a todos los valientes que en alguna ocasión también la finalizaron. Pronto la repetiremos, que hay unos cuántos que le tienen ganas a estos parajes. Peguero, cuánto bien te harías si vinieras a una próxima cita con TRES PROVINCIAS!
Por cierto que hemos propuesto este recorrido como futura carrera dentro del I Maratón Sierra Norte Pandilla Quedadas. En fin.
El fin de ruta se tradujo en una sentada en un bar de la plaza de Montejo con unas cervezas y bocadillos de pan de leña deliciosos.
Datos de mi cuenta:
5h51 de ruta
4h21 pedaleando
57,5 Kms
13,21 de media
61 kmh máx.
1754 metros de desnivel acumulado
Entre 14 y 25 ºC
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